Japón sigue esforzándose en llevar a cabo su plan olímpico a pesar de que el inicio de la construcción de su estadio nacional ha vuelto a retrasarse hasta principios de 2017, según confirmaron el lunes varios altos cargos.
El retraso en la construcción de la edificación principal de los Juegos Olímpicos de verano de Tokio 2020 llega al mismo tiempo que la caída de Japón en una recesión más profunda debido a su frágil economía, la reducción del gasto de capital y de las inversiones.
Las protestas de la opinión pública por el incremento de los costes del proyecto provocó este verano la decisión de descartar el diseño inicial. Éste ha sido el primero de una serie de problemas en un país largamente conocido por su eficacia y oportunidades, una reputación que le ayudó a ganar en 2013 la celebración de los Juegos Olímpicos, frente a Madrid y Estambul.
Después de que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, descartara el diseño futurístico realizado por la empresa británica Zaha Hadid Architects, en medio del escándalo sobre su coste, estimado en 261.000 millones de yens, el Comité Olímpico Internacional decidió intervenir y pidió que se elija un proyecto que pueda finalizar en enero de 2020.
Inicialmente estaba previsto que el estadio estuviera construido a tiempo para albergar varios partidos importantes del Mundial de Rugby de 2019, pero el retraso ha provocado la indignación en en mundo del rugby. Ahora, estos encuentros se celebrarán en la ciudad japonesa de Yokohama.
El ministro japonés de Deporte, Hakubun Shimomura, mostró su resignación después de que Abe decidiera descartar el diseño inicial del estadio.
En otro golpe sobre su reputación, los organizadores olímpicos tuvieron que retirar el diseño del logo para los Juegos Olímpicos en septiembre debido a que fueron acusados de plagio.
El estadio, cuyo coste estimado alcanza los 155 millones de yens, todavía no cuenta con un plan de diseño. Está previsto que en diciembre se lance un nuevo concurso con el que elegir un nuevo proyecto.
Fuente: Reuters España