Chile está viviendo una de las peores crisis de acceso a la vivienda de las últimas décadas. El impacto de la pandemia, el alza en los créditos hipotecarios, el precio de los materiales y de los arriendos, han empujado a miles de familias a vivir de allegados, hacinados o en campamentos. Así lo demostró el estudio “Déficit habitacional: ¿Cuántas familias necesitan una vivienda y en qué territorios?” realizado por Déficit Cero y el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica.
Este informe dio cuenta de un déficit habitacional de 641.421 viviendas. En el caso de la región de Coquimbo, son 19.983 las viviendas que se requieren para responder al déficit habitacional de la región.
De acuerdo al documento, 541.295 familias, es decir el 84,4% del déficit, son hogares que viven como allegados (49,8%), hacinados (43,6%) o en viviendas irrecuperables (6,6%). Luego, los campamentos representan el 12,7% del total y, finalmente, las personas en situación de calle, alcanzan el 2,9% del déficit.
En la región de Coquimbo las familias allegadas, hacinadas o en viviendas irrecuperables representan un 87,9%, mientras que aquellas que viven en campamentos son el 9,6% y las personas en situación de calle alcanzan el 2,5%.
Sobre estas cifras, Sebastián Bowen, Director Ejecutivo de Déficit Cero señaló que “esto da cuenta de una exclusión habitacional escondida. Hoy los campamentos son la cara visible de esta dramática crisis, pero detrás de ellos hay miles de familias viviendo en espacios reducidos, o en malas condiciones, que no vemos, por lo que no somos conscientes de la verdadera emergencia habitacional que vivimos”.
Las regiones que concentran el mayor déficit habitacional son: la Metropolitana que lleva la delantera con un 49,4%, seguida de Valparaíso con un 11% del déficit. Luego está Biobío con un 6,4%, Antofagasta con un 5.8%, Tarapacá con 4.6% y el Maule con un 4.3% del total del déficit.
De acuerdo al estudio, la gran mayoría de quienes viven allegados, hacinados o en viviendas irrecuperables son familias fuertemente asociadas a la vulnerabilidad social. La mayoría de ellas tienen una jefatura femenina, menor escolaridad y una gran proporción está en situación de pobreza, debido a sus bajos ingresos.
Esta última característica es crítica en regiones como Arica y Tarapacá, donde 4 de 10 hogares en déficit habitacional están en esta condición.
La migración también es un componente a considerar. De acuerdo al documento, del total del déficit habitacional donde están las familias hacinadas, allegadas o en viviendas irrecuperables, un 22,8% lo representan familias que llegaron al país buscando nuevas oportunidades, el 77% restante son chilenas.
Fuente: EMB