Que habrá una ley para un segundo retiro anticipado de pensiones, lo habrá. Es lo único claro hasta ahora. Si se impondrá el proyecto de reforma constitucional iniciado por los diputados y/o el que presentó el gobierno para atajarlo y subirse a un carro del que se estaba quedando fuera, eso se comenzará a despejar tal vez a contar de este jueves, cuando se voten ambos en la sala del Senado; las señales a estas alturas del día parecen inclinar la balanza a favor de la iniciativa del Ejecutivo. Y si las personas alcanzarán a cobrar esos fondos para Navidad, dependerá del manejo de los tiempos y las movidas de piezas políticas en esta partida que se juega en el Congreso y en el Tribunal Constitucional (TC).
Pero también será clave si las AFP adelantan o no los pagos, como lo hicieron en algunos casos con el primer retiro del 10%. Esto, considerando que el proyecto del gobierno establece que la primera mitad del pago se puede hacer en un máximo de 15 días hábiles, y la otra mitad, en otros 15 días hábiles desde el primer desembolso. En tanto, la reforma de oposición establece un pago total en 15 días hábiles.
Lo anterior significa que, si las AFP se ajustan a estos plazos sin adelantar pagos, cualquiera de los dos proyectos debe ser promulgado antes del 3 de diciembre para que al menos la primera cuota del dinero llegue a más tardar el 24 de diciembre. Para alcanzar a llegar a esa fecha, el proyecto del gobierno corre con ventaja, ya que la reforma constitucional de oposición podría tardar más tiempo en el TC, pero de todas maneras es una fecha demasiado optimista. Las AFP y la banca justamente se están preparando para alcanzar a pagar antes de Navidad. El escenario de trabajo que han llevado hasta ahora es que en el caso más optimista la reforma se aprueba la primera semana de diciembre. Las administradoras entendían que si incluso les daban 30 días hábiles para pagar, el ideal es que el monto llegue antes del 25 de diciembre por la presión social.
De esta manera, si el proyecto no logra salir antes del 3 de diciembre, las AFP también tienen en mente poder adelantar los pagos. Pero esto no funcionaría en caso de que el proyecto sea promulgado, por ejemplo, la misma semana de Navidad, ya que existen procesos operativos y de validación que no pueden obviar y que toman tiempo.
Ya hay un antecedente de adelanto de pagos: en el primer retiro del 10% las AFP empezaron a recibir solicitudes el jueves 30 de julio, y pese a que el plazo para el primer desembolso vencía el 13 de agosto, hubo algunas administradoras que iniciaron los pagos el 7 de agosto, es decir, una semana tras haber recibido las primeras solicitudes.
Pero lo cierto es que no será una tarea fácil para las AFP. Primero, porque no tienen del todo claro cómo saldrá el proyecto, pese a que ahora ambas iniciativas tienen más puntos en común que diferencias. Como ambos proyectos han tenido tantas modificaciones, la Superintendencia de Pensiones ha enviado a las AFP varios “borradores” de normas para la implementación del retiro, ya que van cambiando en el tiempo por temas más bien operativos.
Desde una AFP revelan que no han tenido tiempo para dormir, programando softwares, el sitio web, y con los cambios que hay todos los días. Comentan que cualquier organización en condiciones normales demoraría meses para hacer los desarrollos de software, interfase, planes de prueba; pero no hay tiempo.
Desde la banca también se están preparando, y la consigna que tienen es no innovar en procedimientos, es decir, en los tiempos que se requieren para la validación de las cuentas de los afiliados que solicitan el retiro, y los envíos de nóminas que deben ser hechos, ojalá, 48 horas antes.
La banca también busca ser más activa en comunicar a los clientes, por ejemplo, en qué consisten las cuentas espejo que habilitarán para depositar los fondos del retiro, cómo hay que ingresar, hacer transferencias, etc. Por otro lado, existe una preocupación por la demanda de efectivo que habrá en caso de que los pagos se concreten antes de Navidad. Esto, porque con el primer retiro los pagos se hicieron en agosto, que es un mes normal en materia de gestión de efectivo, pero en Navidad la cantidad de billetes que circula es mucho mayor, por lo que si se suma el retiro del 10% a las tensiones de los sistemas por el cierre de año, la presión será mayor. También se requiere más seguridad porque suele haber más robos en estas fechas.
En el primer retiro, el Ministerio de Interior fue clave, ya que brindó apoyo con planes de especiales de vigilancia en cajeros y bancos. Se espera que ocurra lo mismo en esta ocasión.
Fuente: Pulso