En los próximos nueve meses se comprobará la viabilidad de una tecnología que puede hacer más rentable la Faja Pirítica.
En los próximos nueve meses se determinará la viabilidad de una tecnologíaque puede transformar el negocio minero en la Faja Pirítica. Cobre las Cruces (CLC) -filial de First Quantum Minerals- está explotando en este momento un yacimiento de 17 millones de toneladas de sulfuros secundarios de cobre (con una ley muy elevada de este mineral), que transforma en planchas de metal gracias a una planta de refino que utiliza tecnología hidrometalúrgica. En 2020 se habrán agotado estos recursos y finalizará su actividad.
Sin embargo, aún hay otras 30 millones de toneladas de sulfuros primarios polimetálicos, que es una mezcla de sulfuros de cobre, zinc y plomo interrelacionados y con un tamaño tan fino que su explotación en condiciones de rentabilidad económica es difícil. Para darle la vuelta a esta situación, la compañía minera ya ha inaugurado una planta piloto en la que validará a lo largo de los próximos nueve meses una tecnología que combina suexperiencia en hidrometalurgia con nuevos desarrollos en innovación. Esto permitiría obtener planchas de los cuatro metales que están presentes en los recursos polimetálicos.
En paralelo, CLC también está intensificando las labores de investigación de nuevos recursos. En caso de que la planta piloto funcione, habría que estudiar la viabilidad económica de levantar una a gran escala. Y si todo cuaja, a partir de 2020 habría una metamorfosis en Cobre las Cruces, ya que se pondría en marcha así una nueva mina cuya explotación sería subterránea a través de galerías (la actual es a cielo abierto) y con la tierra extraída se podría colmatar la corta minera. Tan solo la nueva planta requeriría un desembolso superior a los 200 millones de euros (que se sumaría a la inversión de 1.070 millones de euros que ya acumula Cobre las Cruces en Sevilla).
Plazos
El verano de 2017 será la fecha clave para trasladar a First Quantum las conclusiones de las pruebas y, en su caso, definir la inversión necesaria para abordar la fase definitiva del proyecto con la construcción de la nueva factoría. Si esta iniciativa recibe luz verde, la planta se levantaría entre 2018 y 2020, para que pueda entrar en servicio coincidiendo con el final de la actual operación minera de CLC. El aprovechamiento de estos recursos adicionales significaría prolongar la actividad un mínimo de 12 años. No obstante, la factoría podría prolongar su vida indefinidamente alimentada con mineral o concentrados procedentes de otras minas.
A diferencia de lo que ocurre tradicionalmente en las minas polimetálicas de la Faja Pirítica, en las que se produce concentrado de mineral para ser tratado posteriormente en refinerías, el producto final del proceso que estudia CLC es directamente la plancha de metal.
Hay que tener en cuenta que a apenas 10 kilómetros de CLC está Aznalcóllar -donde Grupo México ya ha comenzado los trabajos de acondicionamiento de la mina- y esta tecnología también se podría aplicar en este yacimiento (en general, en la Faja Pirítica se estima que descansan unos recursos superiores a 1.500 millones de toneladas y existe un elevado potencial para descubrir nuevas reservas). El consejero de Empleo, Empresa y Comercio, José Sánchez Maldonado, visitó ayer la planta piloto, a la que calificó como «una de las más importantes apuestas de la I+D+I industrial de Andalucía».
Fuente: ABC de Sevilla
