El ministro de Transportes, Andrés Gómez Lobo, reconoce que el tema de la congestión en la conurbación La Serena- Coquimbo se ha vuelto complicado y que se están estudiando todas las alternativas para darle solución a esta problemática. La opción más cercana son las vías exclusivas para el transporte público mayor y menor, proyecto que ya avanza en la calle Colón y se extenderá paulatinamente a Brasil, Pedro Pablo Muñoz, Cienfuegos y Francisco de Aguirre. Además, se estudia extenderlas a Balmaceda.
Pero señala que no se descartan otras opciones. Un tranvía y la instalación de bicicletas públicas son iniciativas viables, indica, pero habrá que ver cómo avanzan en el diseño de los proyectos. Los recursos no serán limitantes, asegura.
-Se están buscando soluciones a los problemas de congestión, una de ellas son las vías exclusivas para el transporte. ¿Cómo va a comenzar a operar esta medida?
“Los diálogos ciudadanos con respecto a movilidad que se han realizado en la Región de Coquimbo justamente han planteado la necesidad de crear estos ejes prioritarios para el transporte público y la idea es generar un circuito partiendo por Colón, después calles Brasil, Pedro Pablo Muñoz, Cienfuegos y Francisco de Aguirre, que todas esas calles tengan una pista exclusiva para taxis colectivos y micros y sería una de las primeras ciudades, fuera de Santiago y Concepción que tiene este tipo de infraestructura. Al final lo que se busca es que el viaje sea más rápido, que permita también ordenar los flujos al tener paraderos establecidos, disminuir la congestión”.
-A nivel regional este es un tema que ha ocupado a las autoridades, se están haciendo estudios y se habla incluso de otras opciones de medios de transporte, como el tranvía…
“Sabemos que hay diversos proyectos, nosotros estamos estudiando también hacer una vía segregada para el transporte público por Balmaceda. Esto también es algo que ha surgido de los diálogos pro movilidad. Ahora, también hay un proyecto que se está estudiando de tranvía para La Serena- Coquimbo que puede ser complementario o sustituto. Está más atrasado en ese sentido que el proyecto de corredor, porque estamos en los estudios de prefactibilidad y en los estudios de tranvía estamos más atrasados, pero ciertamente, si alguno de ellos da positivo considero que es un proyecto muy interesante.
“El tranvía no creo que tenga mucho sentido por donde está la faja ferroviaria actual, porque nadie vive allá, pero sí acercarlo adonde está la gente, que sería por Balmaceda”.
-Pero lo que ocurre es que la región puede plantear las problemáticas y las soluciones que cree sean convenientes, pero después está el escollo de que éstas tardan mucho porque se deben conseguir recursos. ¿Se va a poder acceder al financiamiento?
“Desafortunadamente, los proyectos tienen su ciclo, porque requieren estudios ambientales, que son largos y requieren diálogo con la ciudadanía, poner un tranvía o un corredor por Balmaceda requiere de una ingeniería de detalle que demora un tiempo. Yo diría que el problema no es tanto el financiamiento, porque financiamiento hay, en el caso del tranvía hay una iniciativa privada de hacerlo bajo concesión, así que esa yo no creo que sería la limitante, sino más bien que hay que partir con una idea, después se hace un estudio de prefactibilidad, después se pasa a una ingeniería básica, después hay que hacer el estudio ambiental, la ingeniería de detalle y después la ejecución”.
–Es decir, como región se debe empezar ahora ya a elaborar la iniciativa, porque además pasa que en 5 o 6 años más los requerimientos por el tema congestión son mayores y estas soluciones ya no lo son.
“Estos proyectos se diseñan en general con un horizonte de 20 a 30 años, entonces, se considera que de aquí a 5, 10 o 15 años va a haber más congestión, más demanda”.
-Entiendo que las vías prioritarias son la prioridad, pero me imagino que tiene que traer consigo un ordenamiento de la locomoción colectiva mayor, que se mida la regularidad del paso de las micros.
¿Cómo se va a organizar todo eso considerando que acá el servicio no es concesionado?
“Bueno, esa es una dificultad, de hecho al no tener contrato concesionado se hace más difícil regular el servicio. En lo que nosotros estamos avanzando es en una figura contractual que se llama perímetro de exclusión, que implica un tipo de contrato con el que uno va donde los operadores y les ofrece un subsidio, esto debido al menor pago que realizan los estudiantes, pero, a cambio, usted me tiene que dar estas contraprestaciones.
“Ha sido lento porque hay que negociar con los operadores, no es que uno pueda licitar, sino que en la primera etapa, según lo que establece la ley de subsidio, uno se acerca a los operadores existentes y les dice tenemos esta plata, le vamos a poner un techo a la tarifa, va a tener que entregarme por GPS la información de los horarios de la frecuencia y de la regularidad, así que podemos avanzar en ese sentido, pero requiere un proceso de negociación. En el caso de La Serena y Coquimbo está un poco más atrasado, hay conversaciones, pero todavía no hay un pre acuerdo con el que podamos decir que tenemos en el horizonte este tipo de contrato, pero esa es nuestra intención”.
-Porque esto se viene negociando si no me equivoco hace al menos dos o tres años…
“Estamos negociando, pero siempre un proceso de negociación es difícil, tenemos que resguardar el uso debido de los recursos públicos y que lo que estamos entregando tenga una debida contraprestación, así que ojalá podamos llegar a un acuerdo con los operadores en los próximos meses que nos permita instalar ya este tipo de regulación hacia finales de año o comienzos del próximo año”.
-En definitiva ¿Qué implica este perímetro de exclusión, en qué va a beneficiar a la gente?
“Implica una rebaja de tarifa del transporte público, significa garantizar horarios y frecuencias, ya que una de las condiciones es que tengan GPS, implica que ellos tienen que contratar un servicio tecnológico que transforme esa información en datos que a nosotros nos permita fiscalizar que se cumplan los horarios, las frecuencias, que se hizo el recorrido completo. En algunos casos también se aumenta cobertura. En el caso de La Serena y Coquimbo lo que estamos pensando es, aparte de tarifa, es mayor frecuencia y algo más de cobertura, particularmente horaria, que pueda operar hasta más tarde”.
-¿Podría estar listo eso a fin de año o principios de 2017?
“Sí, pero va a depender de cómo avancen las negociaciones con los operadores”.
-En materia de recursos, el otro día lo veíamos cuando llegaron los trenes para la línea 3 y 6 del metro. ¿Nosotros en regiones nos quedamos muy atrasados en lo que fue el desarrollo del transporte público y ahora nos estamos dando cuenta de que se debieron plantear soluciones antes?
“Lo que pasa es que en transportes masivos como metro uno tiene que tener un cierto flujo de pasajeros para justificarlo y hay muy pocas ciudades en Chile que cumplen con ese requisito. Entonces, no todas las soluciones son adecuadas para todas las ciudades, pero en el caso de La Serena y Coquimbo estamos trabajando en un sistema de bicicletas públicas, que creo que para estas ciudades sería espectacular, porque se prestan para el uso de la bicicleta, hay infraestructura, estamos muy esperanzados en poder sacar este proyecto adelante yo creo que en marzo del próximo año ya tenerlo establecido”.
-El tema de las bicicletas ¿Cómo se va a administrar?
“Eso es lo que se está diseñando ahora, se está analizando el caso de Santiago donde ya hay 14 comunas suscritas al sistema. Generalmente, para esto se contrata a un operador, se busca financiamiento privado y público, pero generalmente se delega en un administrador privado”.
Fuente: El Día.