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Los descubrimientos arqueológicos siguen retrasando el metro de Roma

junio 7th, 2016 | by admin
Los descubrimientos arqueológicos siguen retrasando el metro de Roma
Internacional
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La línea C del transporte público comenzó a construirse en 2006, pero se espera que recién esté lista en 2020. Hace unas semanas, el equipo halló una fortaleza del siglo II d.C.
Diez años lleva la construcción de la tercera línea del metro de Roma, la única capital europea en donde el transporte público no supone el principal medio de movilización de las personas. Según datos entregados por el centro de estudios Censis, los buses y el metro -por ahora dos únicas líneas con una sola posibilidad de transbordo en la estación de Termini- representan el 28% de los desplazamientos.

El principal culpable del atraso son los hallazgos arqueológicos que se han descubierto a medida que se pica la tierra. Solo hace unas semanas, el equipo de arqueólogos (cuya presencia se ha vuelto obligatoria en la zona) identificó los restos de lo que se estima fue una fortaleza militar del siglo II d.C. «Son cosas que enriquecen el proyecto; de otra manera no se habrían descubierto porque nadie habría excavado ahí», comentó el ingeniero responsable de las obras, Andrea Sciotti.

Ante hallazgos como este, las autoridades italianas anunciaron su decisión de no retirar ciertas piezas y dejarlas visibles a quienes transiten por sus futuras estaciones. Por ejemplo, en la estación Amba Aradam, que se estima estará operacional en el año 2020, se trabaja bajo el plan de resguardar los mosaicos que ahí se encontraron, para dejarlos a la vista de los usuarios.

Desde el comienzo de los trabajos en 2006, de los 29 kilómetros de línea trazados para la nueva línea C del metro, solo se ha logrado completar la mitad. Desde entonces, el presupuesto también ha crecido en casi 700 millones de euros solo por concepto de investigación y protección de los restos encontrados.

Por su parte, el trazado original ha debido modificarse 45 veces.

Tramo crítico

Los investigadores creen que terminar la infraestructura para los últimos tres kilómetros de la nueva línea será la tarea más complicada del proyecto. Esto porque se trata del tramo que circunda el Coliseo, en el centro histórico de la ciudad, lo que supone el hallazgo de nuevas piezas. Se pronostica que solo en cuatro años más podrían estar funcionando todas las estaciones.

Para justificar su demora, el equipo ha debido recordar que por tratarse de excavaciones de carácter arqueológico y a diferencia de las obras comunes, el trabajo en Roma requiere de maquinaria mucho más limitada y la necesidad de abarcar estratos de subsuelo más pequeños.

Asimismo, se han justificado diciendo que la iniciativa se financia por tramos, cada uno con diferentes contratistas. Esto -explica Sciotti- supone que los tribunales «lleven a cabo las verificaciones antimafia oportunas» cada tres meses.

 

Fuente: Economía y Negocios.

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