Ejecutivos del rubro afirman que demanda continuará más baja que en 2015, ya que las personas anticiparon compras previo a la aplicación del IVA. Piden medidas para mejorar expectativas económicas.
Freno en nuevos proyectos, mayor estudio previo al lanzamiento de iniciativas, búsqueda de mayores márgenes, inversiones más fuertes en el exterior que en Chile y preocupación por el crecimiento y el desempleo local. Ese es el panorama actual que se advierte al interior del sector inmobiliario nacional y que se mantendría en los próximos meses.
Así lo reflejan las opiniones de 10 importantes empresas del sector que accedieron a proyectar el comportamiento del rubro para el segundo semestre.
Las compañías coinciden en señalar que la caída en las ventas del primer trimestre en el Gran Santiago (de 41%, a 5.015 unidades, según la Cámara Chilena de la Construcción) era esperable tras el boom de demanda de 2015 por la anticipación de compras previo a la aplicación de IVA a la comercialización de casas y departamentos, medida derivada de la reforma tributaria.
Ejecutivos de las firmas reconocen que las ventas seguirán bajas respecto del año pasado, pero que se asemejarán a las de 2014, año que califican como «normal». Las restricciones bancarias para el otorgamiento de créditos hipotecarios, dificultades normativas y oposiciones de vecinos a ciertos proyectos son temas que también inquietan al rubro.
¿Anuncio del 21 de mayo tendrá efecto?
En el sector también se refirieron al nuevo Programa de Integración Social y Territorial, anunciado el 21 de mayo, que permitirá construir 25 mil nuevas viviendas, adicionales al programa regular 2016 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, y generará 62.500 nuevos puestos de trabajo. Esto considera la inversión de US$ 1.300 millones, que suma montos provenientes de subsidios, préstamos, ahorro de las propias familias y créditos hipotecarios.
La inmobiliaria Desco indicó que evalúa participar con un proyecto de 120 casas en La Serena.
El gerente inmobiliario de Brotec-Icafal, Eugenio López, comentó que «las iniciativas públicas son siempre positivas para el desarrollo de la economía, pero no vemos que estas vayan a provocar un impacto en la demanda, que es lo que el mercado necesita. Lo que realmente daría un impulso a nuestro sector sería otorgar mayor seguridad a través de los índices de empleo y remuneraciones de las personas, que permitan generar confianzas para la compra».
Fuente: Economía y Negocios.