Considerando que son miles de millones de galones de agua los que se necesitan para extraer mineral que contiene menos de un 1% de cobre, las mineras del norte del país están realizando recortes en sus inversiones en este recurso vital.
Durante el año pasado Codelco usó una cantidad de agua suficiente como para llenar el Estadio de Wembley de Londres 44 veces. Es tanta la necesidad que tienen las mineras de este recurso, que cada vez es mayor la cantidad que canalizan desde el mar hacia los yacimientos, que se encuentran a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Pero como la caída que han sufrido los commodities ha obligado a los productores de metales a recortar sus gastos, también lo han tenido que hacer las iniciativas de desalinización: al menos cinco proyectos fueron paralizados -ya sea una parte o en su totalidad- en los últimos cuatro años en el país, y esto ocurre incluso cuando la demanda de agua ha seguido aumentando y una sequía está erosionando los suministros.
Los inconvenientes que tienen las mineras con el agua vienen en dos sentidos: los yacimientos más antiguos tienen menos cobre, por lo que se debe procesar más mineral para obtener la misma cantidad de metal que antes, es decir, necesitan más agua para obtener igual cantidad de cobre que antes.
En segundo lugar, las comunidades están compitiendo con la industria y la agricultura por el agua potable, lo que podría significar un problema una vez que el mercado del cobre se recupere.
«Si les toma demasiado tiempo para empezar a construir estas plantas, corren el riesgo de no estar preparados para responder», sostuvo Jacques Wiertz, profesor de la Universidad de Chile que se especializa en la desalinización y está coordinando una conferencia esta semana sobre el uso del agua en la industria . «Los mineros en el norte tienen mucha presión para optimizar el uso del agua, debido a la escasez.»
Fuente: Pulso.
