La iniciativa, que implica más de US$ 60 millones, lleva 10 años en busca de concretarse.
La Corte de Apelaciones declaró legal el permiso de edificación para el centro comercial Valdivia, de la empresa Pasmar, ligada a la familia Mosa, y que contempla una inversión superior a los US$ 60 millones.
El abogado Vladimir Riesco había impugnado el permiso del proyecto, y el tribunal de alzada revisó nuevamente la causa por orden de la Corte Suprema, la cual fue anulada por una sentencia anterior de los ministros valdivianos, quienes acogieron un reclamo de ilegalidad en el permiso de edificación presentado por el mismo jurista.
En esta oportunidad, una nueva sala determinó que el proyecto cumple con los requerimientos legales y urbanísticos para concretarse, manifestó el gerente de Asuntos Corporativos del grupo Pasmar, Lorenzo Miranda.
El proyecto comercial, que durante 10 años ha intentado ser una segunda alternativa de mall para la ciudad, busca emplazarse a una cuadra de la Plaza de la República, en calle Picarte, entre Caupolicán, Chacabuco e Ismael Valdés. “A partir de esta resolución continuaremos con el desarrollo del proyecto y vamos a completar todos los trámites pertinentes, para lo cual ya hemos tomado contacto con los equipos profesionales que nos asesoran”, sostuvo Miranda.
En su fallo, la corte desestimó la prueba de testigos rendida por la parte reclamante, pues -señaló- los dos profesionales que depusieron en el proceso, se limitaron a efectuar diversas apreciaciones, es decir, verter sus opiniones personales en orden a las supuestas ilegalidades. “Debe restárseles todo valor por cuanto no conocían éste y sólo tenían a su respecto informaciones tangenciales e incompletas”, señala el fallo.
En el mismo, se añadió que las infracciones de ley denunciadas no son tales y las observaciones efectuadas al proyecto son susceptibles de solución por vía de simples modificaciones de proyecto; lo anterior, obviamente, sin perjuicio de las facultades del Director de Obras para otorgar o no la recepción final del edificio.
Fuente: Diario Financiero.
Nada bueno puede esperarse del grupo Pasmar. Ya hemos visto lo que causaron en Castro. No tienen ningún interés en un actuar ético, respetuoso con el entorno natural y cultural y no les interesa la buena arquitectura es más, ni siquiera entienden los conceptos antes mencionados.