Directores y ejecutivos aseguran que es necesario que el Gobierno respete el derecho de propiedad y busque consenso.
Si bien las compañías constructoras del país valoran el trabajo del gobierno para impulsar las obras públicas y concesiones a través del futuro Fondo de Infraestructura, al interior de estas empresas la confianza se mantiene en un terreno bajo a la luz de la situación del país.
En el marco de la Semana de la Construcción, varios líderes del sector explicaron que las bajas expectativas obedecen, entre otros factores, a las reformas estructurales impulsadas por el gobierno y al bajo dinamismo que ha mostrado el rubro en el último tiempo.
Florencio Correa, director y socio de la constructora e inmobiliaria Besalco, indicó que la inversión privada se ha trancado, debido a la disminución de confianza que generan las reformas.
«La receta para solucionar esto es muy simple. Si el gobierno quiere que esto mejore, es cosa que diga que va a respetar el derecho de propiedad (aludiendo a posibles cambios en la materia en la reforma a la Constitución), y que ordenará y buscará consenso en la reforma laboral», destacó Correa. El empresario agregó que este año y el próximo serán difíciles para el negocio inmobiliario, tras la anticipación en la compra de viviendas. Esto, a raíz de la entrada en vigencia del IVA a la comercialización de casas y departamentos. Aunque destacó el trabajo que impulsó el gobierno en obras públicas y concesiones, dos áreas donde Besalco ve oportunidades.
Pero los anuncios del Ejecutivo no han sido suficientes para subir el ánimo del sector. El Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE), que elaboran Icare y la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, es reflejo de ello. En su última entrega, correspondiente a abril, el índice muestra que la confianza de los empresarios del rubro está en el menor valor mensual desde agosto de 2014. A su vez, si se acotan los resultados al cuarto mes del año, resulta que éste es el peor abril en la historia del informe (se creó en 2003).
Fernando García-Huidobro, gerente general y socio de la constructora Inarco, señaló al respecto: «Como la confianza ha disminuido, la inversión se frena y se posterga. Esto refleja una menor actividad del sector y vamos a tener que trabajar mucho en reactivarlo».
Y agregó que si bien «el gobierno intenta activar a través de obras públicas y de concesiones, pero no es suficiente».
Pese a lo anterior, García-Huidobro reconoció que «hay algunas señales tanto de la Presidenta, como del ministro Valdés sobre que es necesario preocuparse del crecimiento y dejar de desviarnos con las reformas».
Por su parte, Eduardo Escala, presidente de la concesionaria Globalvia (que administra distintos tramos de la Ruta 5), sostuvo que las compañías no se atreven a involucrarse en proyectos nuevos si no hay certezas.
«Es necesario que la reforma laboral salga rápido para que se sepa cómo va a ser y sea posible tomar las medidas del caso. En cambio, en lo que es la nueva Constitución eso será más lento», manifestó.
