Este dispositivo, de fabricación nacional, se puede adaptar al proyecto o necesidades del cliente, además de proteger la vida de las personas y contenidos, otorgar seguridad estructural y continuidad en las operaciones.
Más de ocho décadas de experiencia posee Vulco S.A. en el mercado elastomérico, orientándose en la producción de piezas de goma para múltiples sectores. Uno de los desarrollos que han marcado la pauta en esta materia han sido los aisladores sísmicos que se encuentran instalados en Chile y también en Perú, Estados Unidos y Argentina, convirtiéndose en pioneros de esta tecnología.
Los aisladores sísmicos ofrecen sismorresistencia en diversas estructuras como edificios residenciales y corporativos, puentes en sus zonas elevadas y hospitales, entre muchas otras.
Estos están diseñados con láminas de caucho y acero, integradas de forma alternada, formando un dispositivo de gran flexibilidad horizontal y rigidez vertical. Se ubican en las fundaciones y absorben la deformación frente a un eventual sismo, protegiendo al resto de la estructura de gran parte del esfuerzo sísmico.
Flexibilidad y calidad
Teniendo en cuenta que esta tecnología es imprescindible para resistir efectivamente los sismos y terremotos que afectan a nuestro país, es que Vulco fabrica estos aisladores sísmicos en su planta de San Bernardo.
Al ser de fabricación nacional permiten además mejor tiempo de respuesta y adaptar el dispositivo a las necesidades del cliente. «Dependiendo del proyecto se puede fabricar el aislador a la medida, con o sin núcleo de plomo para alcanzar mayor amortiguación, y adaptar las variables de diámetro, altura, rigidez, entre muchos otros aspectos», explica Mathias Kuhrke, gerente de ingenería de Vulco S.A.
La empresa mantiene alianzas estratégicas con el mundo académico para el desarrollo de sus tecnologías como es el caso de la Pontificia Universidad Católica, ya que en conjunto comenzaron a generar este dispositivo hace 25 años. En cuanto al comportamiento relacionado con la amortiguación y rigidez, cada aislador sísmico también es testeado y certificado por el Dictuc.
Prueba de la calidad y eficiencia de este desarrollo, la Universidad de San Diego, California, invitó a Vulco para comprobar la efectividad de estos dispositivos los que resultaron ser muy eficientes al probarse en terremotos replicados en un edificio de cinco pisos, construido especialmente para esta instancia.
«Es la única tecnología de esta especie, compuesta de caucho, que no tiene necesidad de núcleo de plomo para alcanzar el nivel de amortiguación requerido. Igualmente mantenemos una alianza con Sirve, con quienes estamos permanentemente en la búsqueda de nuevos y mejores compuestos», señala Mathias Kuhrke.
Lo fundamental es que protege la vida de las personas y los contenidos, ofrece seguridad estructural, continuidad en las operaciones, reduce las primas de seguros y, a su vez, disminuye el costo estructural, lo que permite integrar este dispositivo a los proyectos, recuperando los valores totales.
La clave en el éxito de Vulco ha estado en la fabricación propia y adaptabilidad dependiendo de las necesidades del proyecto, además de su eficiencia que quedó demostrada después del 27F, donde todas las estructuras que mantienen aisladores sísmicos de la compañía tuvieron cero daño. Y esto se reflejó en edificios residenciales, viviendas sociales, clínicas y hospitales, autopistas, Línea 4 y 5 del Metro de Santiago en su sector elevado, estanques GNL de gas licuado en Mejillones y edificios corporativos, entre diversos clientes de Vulco.
«La normativa nacional referente al tema seguramente seguirá avanzando cada vez más, tomando mayor relevancia el aislamiento sísmico. Lo importante es que al momento de desarrollar un proyecto, el cliente y su equipo analicen que esta opción entrega beneficios fundamentales y que permite ahorros finales de estructura», finaliza el ejecutivo de Vulco.
Fuente: Economía y Negocios.