Una pequeña compañía española, Elytt Energy, con sede en Madrid y fábrica en el País Vasco, se ha adjudicado un contrato por el que suministrará equipos para uno de los proyectos tecnológicos más ambiciosos de la humanidad, el ITER, un experimento científico a gran escala que intenta demostrar que es posible producir energía de forma comercial mediante fusión nuclear. Un proyecto de 14.000 millones de euros, donde Europa aporta casi la mitad del coste de su construcción. China, Japón, India, Corea del Sur, Rusia y EEUU soportan el resto a partes iguales.
En este contexto, el organismo de la UE que gestiona la contribución de Europa al ITER, Fusion For Energy (F4E), ha suscrito un contrato con un consorcio formado por tres compañías, la española Elytt Energy y las francesas Alsyom y SEIV, que serán las encargadas de suministrar los equipos de manipulación e impregnación requeridos para la producción de las bobinas magnéticas de campo poloidal.
“Para construir el ITER, que estará en Cadarache (Francia), hace falta maquinaria para fabricar bobinas superconductoras, que permiten generar fuertes campos magnéticos necesarios para mantener el plasma en suspensión y poder generar la energía”, explica a CincoDías Ángel García, director comercial de Elytt Energy. “El objetivo del proyecto es que dentro de 50 años tengamos una fuente de energía segura e ilimitada”. El contrato tendrá una duración de ocho años y el valor total del mismo ronda los 30 millones de euros, de los que la empresa española se lleva la mitad. “Este contrato abre un nuevo capítulo en la contribución europea a los imanes del ITER, asegura Johannes Schwemmer, director de F4E.
Fuente: Cinco Días