Es fundamental comprender que el uso eficiente de la energía en una edificación debe considerarse desde las primeras etapas de diseño para lograr menores consumos y mayor habitabilidad.
El ministerio de Energía lanzó el año 2013 su Plan de Acción de Eficiencia Energética 2020 (PAEE20) que propone la Estrategia Nacional de Energía (ENE) que será la carta de navegación con directrices de la política energética para los próximos años y cuya meta es alcanzar una disminución del 12% en la demanda de energía final.
Este Plan de Acción de Eficiencia Energética aspira ser una guía para que los sectores público y privado puedan orientar sus acciones para incrementar la eficiencia energética en sus respectivos ámbitos de acción.
Por ejemplo, se han establecido normas y reglamentos obligatorios para fomentar el buen uno de la energía en materia de vivienda, y se planteó elevar los estándares mínimos de las edificaciones para lograr un mayor confort, mejor habitabilidad, alargar la vida útil y reducir el consumo de energía en las distintas construcciones.
Sin embargo, es fundamental comprender que el uso eficiente de la energía en una edificación debe considerarse desde las primeras etapas de diseño.
Paula Hidalgo, presidenta del Directorio de ASHRAE Chile, entrega una serie de recomendaciones para consumir menos energía y ser más eficiente al momento de edificar:
“En definitiva, todas las acciones que podamos tomar en materia de ahorro de energía suman y benefician tanto a la edificación como a las personas que lo habitan. La mantención a largo plazo es mucho más económica y la calidad de vida de las personas que lo habitan mejora notablemente”, concluye Paula Hidalgo, presidenta del Directorio de ASHRAE Chile.
Fuente: Tandem