A través del Ministerio de Transporte, el Gobierno Federal debe cerrar el primer semestre de 2023 con R $ 6,5 mil millones del presupuesto público invertido en obras de carreteras federales. La previsión es que se han comprometido un total de R $ 10 mil millones este semestre, que es cuando el Estado da la garantía de pago a las empresas que prestan servicios. Las cifras fueron reportadas el pasado lunes (26) por el Ministro de Transporte, Renan Filho, durante la 3 ª edición de la Cumbre de las Ciudades, en Florianópolis (SC).
Promovido por la Fundación de Estudios e Investigaciones Socioeconómicas (Fepese) y otras instituciones, el Summit Cidades reúne importantes entidades del sector público, profesionales de referencia en emprendimiento e investigadores para capacitar a sus participantes y potenciar el desarrollo de municipios. Se discutirán temas como el desarrollo económico, la educación, la inclusión social, la movilidad urbana y el saneamiento, por ejemplo.
“Sin inversión en un país continental como Brasil, es muy difícil dialogar con las necesidades de la nación”, dijo el Ministro de Transporte. Según Renan Filho, la aprobación de la Enmienda Constitucional 126/2022, que permitió el mantenimiento de programas sociales como Bolsa Família y Farmácia Popular, permitió al Ministerio de Transportes pagar este año 5.000 millones de reales, y se esperan otros 1.500 millones en junio, en diversos contratos de construcción y mantenimiento. “La red viaria ha vuelto a mejorar después de ocho años”, dijo el ministro.
Desde enero hasta ahora, fue posible reanudar e intensificar cerca de 1.000 contratos que estaban parados o a ritmo lento. Sin embargo, para sostener la inversión pública en este nivel durante los próximos años, el ministro dijo que la aprobación del Régimen Fiscal Sostenible y la reforma tributaria por el Congreso Nacional. “El marco fiscal y la reforma tributaria son esenciales para mejorar aún más una economía que ya está mostrando claros signos de mejora desde que el Presidente Lula asumió el cargo”, dijo.
Caída y recuperación
En 2012, el Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes (DNIT) invirtió R$ 45 mil millones, en valores actualizados, en mantenimiento y ampliación de carreteras federales. El monto comenzó a caer al año siguiente, hasta llegar al nivel más bajo después de la aprobación del techo de gastos. El año pasado, el presupuesto para carreteras fue de R$ 7,7 mil millones. Sin la CE de Bolsa Família, 2023 tendría poco más de R$ 6 mil millones.
Según el ministro, la caída del presupuesto público en los últimos años triplicó el plazo de entrega de los proyectos de infraestructura. Obras que deberían estar terminadas en cinco años tardaron de 10 a 15 años en ser concluidas. Al mismo tiempo, la calidad de las carreteras brasileñas ha caído. En 2016, el ICM era del 68% de buenas y excelentes condiciones, porcentaje que cayó al 52% en diciembre pasado.
Fuente: CLA