En 2017, la ciudad del extremo norte sería la única de Chile en contar con dos casinos de juego, con la construcción del proyecto Luckia. Municipio y empresa analizan el nuevo escenario.
El turismo de entretención podría convertirse en un nuevo polo de desarrollo para Arica. En 2017, la ciudad del extremo norte sería la única de Chile en contar con dos casinos de juego ligados a los grandes operadores del rubro.
El grupo español Egasa solicitó un permiso ante la Superintendencia de Casinos para levantar un megaproyecto en la capital de la XV Región, con una inversión que superaría los 100 millones de dólares.
Se trata del mismo holding que actualmente administra el casino Antay de Copiapó y que en Arica está construyendo un recinto de 2.900 metros cuadrados que no sólo considera las tradicionales máquinas y mesas de apuesta.
La iniciativa, contempla también el primer hotel cinco estrellas de la ciudad, que contará con 129 habitaciones, un centro de convenciones para 1.000 personas, un boulevard comercial con 40 locales, un supermercado, dos restaurantes, bares y gimnasio.
“Es la mayor inversión en los últimos años y la más grande en la historia de Arica. Estamos seguros del enorme potencial turístico de la región y su estrecha relación con los países vecinos de Perú y Bolivia”, explicó el encargado de desarrollo del proyecto, Peter Müffeler.
El casino se llamará Luckia, la misma marca con que Egasa mantiene negocios similares en Colombia, España, Croacia y Perú. Se espera que entre en funcionamiento el segundo semestre de 2017, mientras que el Hotel estará habilitado en 2018. En su etapa de construcción, el proyecto entregará 500 puestos de trabajo y 500 plazas permanentes cuando comience a operar.
Dos casinos
A no más de 100 metros al sur de estas obras, hace más de 40 años funciona el Casino Municipal, que actualmente ocupa una de las 17 licencias que existen en el país, por lo que la ciudad no podría contar con otro recinto de juegos de este tipo.
Sin embargo, el holding español se está acogiendo a la ley 19.420, más conocida como Ley Arica I, que fue publicada en 1995 y establece una serie de beneficios tributarios por ser zona extrema. Entre éstos, se estipula que en la región no existe límite de cupos para levantar casinos, por lo que sólo basta con cumplir los requisitos que exige la superintendencia del ramo.
El alcalde de Arica, Salvador Urrutia, tiene una visión optimista del nuevo proyecto, pese a que éste podría mermar el negocio del actual casino municipal.
“El nuevo casino también deberá entregar parte de sus utilidades a todas las municipalidades de la región. Entonces, si le va bien, nuestra comuna tendrá una nueva entrada de recursos que podría ser mayor a la actual”, aseguró el edil, quien estuvo en campaña junto a los alcaldes de Iquique, Coquimbo, Viña del Mar, Pucón, Puerto Varas y Puerto Natales, logrando extender la licencia de sus casinos hasta diciembre de 2017, con opciones de ampliarla, incluso, por 45 años más.
A partir del 1 de enero de 2016, estas licencias serían traspasadas a privados, según un dictamen de la Superintendencia de Casinos. Si se extienden las licencias, el objetivo del municipio ariqueño sería licitar la administración de su casino a una empresa que le compita al grupo Egasa.
“El edificio del actual casino es nuestro y nosotros queremos que siempre funcione allí un recinto de juegos. Que existan dos casinos es muy favorable para Arica en su conjunto. Es como Las Vegas, donde la gente juega en el casino del hotel donde aloja pero también va a otros. Si esta oferta permite que más turistas lleguen a Arica puede significar más ingresos para la ciudad”, explicó Urrutia.
La Municipalidad recibe el 37% de las utilidades del Casino Municipal, unos $ 1.800 millones al año. Por ley, el casino que pretende levantar Egasa debería entregar el 20% de sus ganancias a Arica y Parinacota. Una mitad quedaría en Arica (por ser la ciudad con mayor población), mientras que la otra se repartiría entre todas las comunas de la región, según su cantidad de habitantes.
Fuente: La Tercera