Los accionistas de TAV Brasil firmaron el pasado jueves (2) el contrato de autorización con la ANTT (Agencia Nacional de Transportes Terrestres) para construir una línea ferroviaria de alta velocidad, el llamado tren bala, que unirá São Paulo a Río de Janeiro.
La solicitud de autorización había sido aprobada por la agencia a mediados de febrero. El modelo de autorización, introducido por el gobierno de Jair Bolsonaro, tiene como objetivo acelerar las inversiones en el sector, dando al sector privado la posibilidad de proponer nuevos tramos – anteriormente, el gobierno federal licitaba las obras en el modelo de concesión.
En este modelo, inicialmente, hay un análisis del llamado “proyecto conceptual” y de las especificaciones técnicas por parte de la ANTT. Fue para esta etapa que TAV Brasil obtuvo la aprobación de la agencia.
Con la aprobación, la empresa tiene ahora un plazo de hasta dos años para presentar el desarrollo del proyecto de ingeniería y su implantación, bajo riesgo de perder la autorización. También tiene que obtener licencias medioambientales.
La empresa iniciará ahora una ronda de negociaciones con alcaldes y gobernadores y, en función de los acuerdos, puede haber cambios en el trazado presentado a la ANTT.
Un ejemplo: el proyecto inicial prevé el aterrizaje en Santa Cruz, en Río de Janeiro. Sin embargo, en caso de que haya un acuerdo con el Ayuntamiento de Río, sería posible tomar el tren hasta el centro de la ciudad.
Habrá 378 km de vías férreas que unirán las dos capitales. La duración prevista del viaje es de una hora y media. Para ello, el tren deberá circular a 350 km/h, lo que lo situará entre los más rápidos del mundo.
Con un capital social de R$ 100 mil, la empresa fue creada en febrero de 2021 y tiene como socios a Infra SA Investimentos, Global Ace Participações e Investimentos, el abogado Marcos Joaquim Gonçalves Alves y el ex presidente de la ANTT Bernardo Figueiredo – presidente de TAV Brasil.
Fuente: CLA
