Después de dos meses que la central Pangue, en alto Biobío fuera tomada por un grupo de personas, la delegada regional autorizó el desalojo de la instalación que es operada por Enel.
Frente a esto, la empresa valoró la acción de la autoridad y comunicó que a partir de ahora «nuestros trabajadores podrán ingresar a las instalaciones de manera segura para mantener el correcto funcionamiento de la central que además significa seguridad para la cuenca del Río Biobío», dijo.
Además, Enel se comprometió a volver a poner en marcha la planta «a la brevedad», con el estándar de operación y confiabilidad de esta unidad.
«Sin perjuicio de perseguir las responsabilidades respectivas en su momento y ante quien corresponda, tutelamos los mecanismos de diálogo respetuoso y transparente instalados en el territorio y confiamos en el trabajo colaborativo para el desarrollo local construido con las comunidades en Alto Biobío», señalaron.
Fuente: Diario Financiero