Amata, empresa brasileña que actúa en la gestión sostenible y rentable de activos forestales, implantará en Brasil una industria de alta tecnología para la producción de madera de ingeniería, destinada a la construcción civil. Según la empresa, la inversión será de R$100 millones (unos US$20 millones) y la apertura está prevista para 2022. La nueva fábrica tendrá una capacidad de producción de 60.000 metros cúbicos y utilizará pino como materia prima, según la directora general de Amata, Ana Bastos.
La construcción de la fábrica es vista por la empresa como una oportunidad de traer a Brasil una tecnología que es tendencia mundial, dando una nueva perspectiva para el futuro de la construcción civil. Para Ana Bastos, el mercado brasileño tiene un gran potencial de desarrollo, a juzgar por la adopción de maderas de ingeniería en países como Inglaterra, Canadá, Alemania y Estados Unidos.
En los últimos años, la empresa ya buscaba aprender y desarrollar la construcción de madera de ingeniería. “Hasta entonces, trajimos esta tecnología a Brasil importando vigas y paneles de madera laminada encolada. Ahora, estamos anunciando la construcción de la fábrica en el país. Comenzaremos a comprar el equipo a finales de este año y, en 2022, comenzaremos a producir los paneles. Creemos que esto acelerará el mercado de la construcción civil en madera, dando tranquilidad a los arquitectos y constructoras para el desarrollo de proyectos con el material, teniendo la garantía de que tendrán un producto de calidad para su aplicación”, dijo el director de operaciones de Amata, Patrick Reydams.
Según Bastos, el material que se producirá podrá ser utilizado en proyectos con diferentes perfiles. En el mundo la madera de ingeniería se encuentra en escuelas, hospitales, museos, edificios comerciales y residenciales. “Vamos a sacar la madera de donde está hoy”, dice el ejecutivo, enfatizando que, con la nueva tecnología, la madera deja de ser un accesorio y pasa a participar del sistema estructural de las obras.
Actualmente Amata está construyendo dos edificios enteramente en madera en São Paulo (SP). “El edificio de la Avenida Faria Lima tiene cuatro plantas y en seis semanas terminamos toda la parte estructural de la obra. El otro proyecto, denominado Prédio Amata, construido en sociedad entre Amata y el estudio de arquitectura Triptyque, tendrá 13 plantas y se construirá en el barrio de Vila Madalena, íntegramente en madera y estructuras CLT’, o madera contralaminada, uno de los tipos de madera de ingeniería], dice Patrick Reydams.
Ana Belizário, gerente de proyectos de Amata, destaca que el uso de maderas de ingeniería, como CLT y glulam (madera laminada encolada o madera laminada encolada), genera reducciones de tiempo y costos; reduce la cantidad de residuos en las obras; mejora el rendimiento térmico; y promueve el ahorro en cimentaciones y revestimientos, ya que puede ser visible.
Otro beneficio importante es la captura de CO² (dióxido de carbono). Ana Belizário citó como ejemplo un proyecto desarrollado en Canadá, con 18 pisos. “Tomó 70 días construir la estructura y la fachada, lo que resultó en la captura de alrededor de 2.400 toneladas de CO²”, dijo.
Fuente: CLA
