breaking news

Sewell: Operación minera y conservación patrimonial es posible

octubre 15th, 2015 | by Mauricio Escalona
Sewell: Operación minera y conservación patrimonial es posible
Artículos
0

En el corazón central de la Cordillera de los Andes, entre una realidad topográfica dificilísima, se emplaza el campamento minero de Sewell, emergiendo a los ojos del visitante como una película del pasado. Con una superficie de 175.000 metros cuadrados, esta ciudad a 150 km de Santiago, fue el centro habitacional que dio vida a la División de El Teniente, la mina subterránea de cobre más grande del mundo. 

Por Carolina Valck H. / Fotografías Mauricio Escalona Photography

Una conjunción de sueños, esfuerzos y anhelos de trabajadores mineros chilenos y norteamericanos confluyeron en la conformación de Sewell, creando una ciudad irrepetible, llegando a ser considerada como uno de los lugares más originales y singulares del mundo.

Sewell_20130410-221-Edit

Vista general de Sewell

Las abruptas condiciones geográficas del lugar, determinaron completamente la original configuración de Sewell, no siguiendo ningún patrón urbanístico reconocido. Como señala Felipe Ravinet, Director Ejecutivo de la Fundación Sewell, “esta ciudad-campamento no nació para materializar un ideal urbano ni crear una arquitectura suntuosa. Sewell es una ciudad atípica, su trazado no considera principios geométricos preestablecidos, ni da lugar a unidades asimilables a manzanas. Su valor urbano-arquitectónico está en la respuesta a una abrupta geografía, el emplazamiento y racionalidad de sus instalaciones, la capacidad de autosuficiencia de sus servicios, el diseño funcional y el uso de ingeniosas técnicas constructivas de sus edificaciones”.

Sewell_20130410-76-Edit

Típica escalera de la ciudad

El mineral que fue la base de este asentamiento en 1905, dirigió también la transformación de Sewell al pasar de los años. El aumento mundial en la demanda de cobre, provoca un extensivo aumento de la producción, estimulando el gran crecimiento de Sewell y la consolidación de su desarrollo urbano, pasando a constituirse finalmente como ciudad, caracterizada por una gran densificación y crecimiento en altura.

Sewell_20130410-100-Edit

Ornamentación de la ciudad

En esta originalidad distintiva, Sewell ha sido llamada la “ciudad de las escaleras”, ya que el asentamiento se encuentra organizado por la gran Escalera Central, espacio público a partir del cual se genera toda una red de circulaciones peatonales, entregando así un significativo valor al espacio público como lugar de encuentro. Como destaca Ravinet “la estructura urbana está definida básicamente por la gran Escalera Central, columna vertebral que cruza todo el campamento y que constituye, a la vez, el espacio público en el cual pequeñas plazuelas se abren a su paso. Desde la escalera nacen asimismo numerosas circulaciones peatonales secundarias, generalmente horizontales, dispuestas en forma de “espina de pescado”, permitiendo el acceso y la relación entre los distintos tipos de edificios, incluyendo las áreas de equipamiento e instalaciones industriales”.

Sewell_20130410-39-Edit

Sewell se caracteriza por sus escaleras que ayudan a unir los edificios en sus distintas topografías

En esta línea urbana, acota, “el emplazamiento de los edificios se adapta a la pendiente natural, localizándose a lo largo de la red de circulaciones peatonales generadas a partir de la escalera central. Cada edificio mantiene su singularidad dada por su morfología y reforzada por el uso del color, lo que agrega un aspecto atractivo al conjunto y permite una mejor identificación del habitante en su entorno”.

Sewell_20130410-70-Edit

Avenida principal de Sewell

Es en este marco, que se enlaza otro destacado factor que sitúa a Sewell como ciudad única: su particular cultura e idiosincrasia, que se conformó en ese lugar extremo. Así, plantea Ravinet, tenemos que reconocer a Sewell, “como un asentamiento humano único que confirmó en conjunto una cultura determinada por los valores y normas que la compañía impuso a quienes vivían en el campamento, como por la combinación de costumbres chilenas y norteamericanas.Estos rasgos explican el permanente apego de los ex sewellinos a su ciudad, donde el reconocerse en estos vínculos conduce a identificarse y emocionarse con un particular territorio y una singular forma de vida. Este reconocimiento generó sentimientos comunitarios, esto es, un “nosotros los sewellinos”, sentimiento que como Fundación Sewell estamos comprometidos a preservar y proyectar”.

Sewell_20130410-132-Edit

Típica imagen de trabajadores en la ciudad

UN POCO DE HISTORIA

El asentamiento minero de Sewell surge en 1905, a partir de la visión del norteamericano William Braden, quien dio inicio a la explotación industrial de la mina, llegando a ser un campamento que albergaba a cerca de 2.500 personas en sus primeros años.

Sewell_20130410-208-Edit

Plazoleta a la entrada del museo

“En 1911 se inauguró el tren entre Rancagua y Sewell –nos cuenta el Director Ejecutivo- lo que permitió mejorar el transporte y, consecuentemente, ampliar la producción y construir edificios que ya en 1916 albergaban a 9.000 personas. Sin embargo, este crecimiento no logró integrar los diversos sectores del campamento. De ahí que esta etapa se denomine “Ciudad Dispersa o en formación”. En 1915 el campamento tomó el nombre de Sewell, en honor a Burton Sewell, primer presidente de la compañía, quien murió ese mismo año en New York”.

Sewell_20130410-129-Edit

Palitroque Sewell

A partir de esa época, el aumento en la producción del cobre es la condición que va a ir determinando el crecimiento y consolidación de Sewell. Así es que, producto de la Primera Guerra Mundial, se incrementó significativamente la demanda del mineral. Como consecuencia de ello, El Teniente tuvo que ampliar las instalaciones productivas y las viviendas para atender las necesidades de una población que en 1918 alcanzó los 12.000 habitantes. “Para 1919 –destaca- existían tres escuelas, catorce clubes, juzgado, comisaría, registro civil y un flamante hospital. La construcción de nuevos edificios y la habilitación de la gran escalera central –sobre el trazado del antiguo andarivel–, generaron un gran desarrollo urbano, definiendo hacia 1933 la singular estructura urbana que tiene el campamento”.

Sewell_20130410-209-Edit

Detalle de plazoleta. AL fondo el museo

En los años siguientes, siguió creciendo exponencialmente la producción de cobre, hasta la llegada de la Segunda Guerra Mundial, que motivó un nuevo aumento llegando en 1945 a tener una producción de 150.000 toneladas. Para 1950, detalla Ravinet, Sewell había alcanzado el desarrollo de una ciudad madura –como se denomina a esta nueva etapa- con gran cantidad de equipamiento y variados servicios.

Sewell_20130410-164-Edit

Trabajadores a cargo de la remodelación y restauración

Posteriormente, continúa, “en 1967 se formó la Sociedad Minera El Teniente S.A., por la que el Estado de Chile pasó a ser propietario del 51% de la compañía. Al mismo tiempo, partió un plan para aumentar la producción y reducir los costos operativos, lo que originó la Operación Valle, en la que 12.000 sewellinos fueron trasladados a Rancagua. En  marzo de 1980 el tren bajó por última vez, trayendo a las últimas familias. Tras esta iniciativa, el campamento quedó deshabitado, si bien la necesidad de construir nuevos proyectos obligó a convertir a Sewell en dormitorio para contratistas, situación que se prolongó hasta 1998”.

Sewell_20130410-21_2_3_4_5

Interior de salón de fiestas

FUNDACIÓN SEWELL

Ravinet precisa que en 1998, la nueva administración de Codelco, haciendo eco del alto valor patrimonial y potencial turístico del campamento, patrocinó la declaración de Sewell como Monumento Nacional, en la categoría “Zona Típica y Pintoresca”, protegiendo de esta forma las instalaciones que habían subsistido. “Este reconocimiento –declara- motivó a Codelco a formular en 1999 el Plan Estratégico para la Conservación de Sewell, primer impulso que inició la salvaguarda y puesta en valor del campamento. El año 2006 Sewell fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, ratificando el valor excepcional que tiene este bien a nivel universal. Hoy la conservación y difusión del sitio en el largo plazo están garantizadas por un detallado Plan de Manejo para su Conservación, cuya  gestión está a cargo dela Fundación Sewell.

Esta entidad creada por Codelco, desarrolla su labor en plena concordancia con las operaciones productivas y planes de desarrollo dela División El Teniente, demostrando que operación minera y conservación patrimonial son perfectamente posibles”.

Sewell_20130410-136-Edit

La iglesia de la ciudad

Así, a 12 años de haber comenzado la recuperación de Sewell,ha sido posible realizar la restauración de 22 edificios (equivalente a 30.000 m2.), la reconstrucción de parte importante de los espacios públicos y la creación del Museo de la Gran Minería del Cobre. “En este caso- concluye- junto con valorar a Sewell como Cuna de la Gran Minería del Cobre y difundir la gran gesta que ello representa, también queremos valorar a la minería en su conjunto, especialmente a los mineros quienes finalmente fueron los que dieron origen y sentido a tan emblemáticos asentamientos”.

Sewell_20130410-190_1_2_3_4-Edit

Vista interior del museo

 

Sewell_20130410-180_1_2_3_4-Edit

Detalle de iluminación del museo

Comments are closed.