Este año comenzó a sonar con fuerza el concepto de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN), que abarca acciones para proteger, gestionar y restaurar de manera sostenible los ecosistemas naturales o modificados, el que tuvo un gran impulso en la pasada Cumbre del Clima de las Naciones Unidas, COP26, realizada en Glasgow, que lo puso en la agenda como medida para combatir el cambio climático.
El ministerio del Medio Ambiente (MMA) y el Proyecto GEF de Humedales Costeros del Centro Sur de Chile, realizaron el estudio «Bases y Orientaciones para una Reactivación Verde basada en la Naturaleza en Chile», que propone acciones para la recuperación económica en cuatro ejes: financiamiento sostenible, marco regulatorio legal, colaboración intersectorial, y bases de conocimiento y transferencia.
Entre las propuestas, se cuenta incluir las SbN en el marco del impuesto verde; generar evidencia de los costos y beneficios de este tipo de proyectos; y crear un catastro con soluciones implementadas o en proyecto en el país.
La incoporación de las SbN en el marco de las compensaciones del impuesto verde está en implementación, y el objetivo es que sea considerada una alternativa válida para generar certificados de reducción de emisiones de gases contaminantes globales y locales. Este instrumento es parte del nuevo reglamento para el Primer Mercado Nacional de Carbono, que terminó su consulta pública en septiembre pasado y se espera sea aprobado por la Contraloría el primer semestre de 2022 y entre en operación en febrero 2023.
El estudio detecta oportunidades para la generación de empleos verdes relacionados con SbN en el marco de la reactivación económica.
Si bien no cuenta con una estimación del número de empleos en SbN y plazos, incorpora una tabla de referencia de tipos de soluciones y potencial oferta asociada por millón de dólares invertidos en base a datos de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) y WWF.
De estos, el realizador del estudio y consultor del MMA, Diego Tabilo, afirma que Chile tiene «muchas oportunidades» de generar empleos verdes, por el tipo de desafíos ambientales específicos en distintos territorios del país y por las políticas públicas que necesitan mano de obra calificada y no calificada.
Según Tabilo, las mayores oportunidades están en forestación, reforestación y control de la desertificación, que según la OIT generaría de 275 a 625 empleos a tiempo completo por cada US$ 1 millón invertido.
«Chile se comprometió en su Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) a iniciar la restauración a nivel de paisaje de un millón de hectáreas a 2030, para cumplir esta meta se requerirá mano de obra para implementar las actividades de restauración en distintas zonas del país», explica Tabilo.
Y en menor medida, hay espacio para crear empleos en manejo de incendios; creación y manejo de áreas verdes urbanas; conservación y restauración de ecosistemas marino-costeros; y remoción y manejo de especies invasoras.
Fuente: Diario Financiero
