Este proyecto de gestión de material en desuso se vincula con la formación académica y laboral de Víctor Sandoval, gerente de operaciones e innovación de la empresa maderera VicsaIndustrial. Él es ingeniero civil diplomado en ingeniería estructural de la Universidad Católica, con magíster en ciencias de la ingeniería en la misma casa de estudios. De esa etapa recuerda su trabajo en el grupo de investigación de José Luis Almazán, un académico que indagaba en el comportamiento de los estanques de vino, “donde logramos inventar y desarrollar dispositivos de aislación sísmica para los estanques”, dice sobre sus primeras cercanías con la innovación.
Su inclinación con propuestas innovadoras se complementa con distintos proyectos en que se ha desempeñado desde su misma empresa, incluso recibiendo fondos, como con WoodLog. Un sistema de gestión digital de aserraderos que monitorea desde el ingreso de trozos a los recintos hasta el despacho de productos terminados. Otra iniciativa en la que participa es por medio de una estrategia en conjunto con la Universidad de Concepción, el Centro para la Industria 4.0 y otros tres aserraderos locales, donde desarrollaron un prototipo de procesamiento de imágenes que identifica diámetros y enumera trozos que ingresan a procesos de aserrío en tiempo real. Aunque, si se le pregunta, el proyecto que en estos momentos más lo convoca es UnoPorCuatro”.
Gracias a su interacción con estas tecnologías, junto con el interés académico de Víctor Sandoval, surge este nuevo proyecto. En el último año su empresa fue becada por el Gobierno Regional de BioBío y Corfo, en un diplomado de economía circular y en otro de creación de nuevos negocios, donde el primero le permitió entender el concepto y darse cuenta que la empresa tenía madera de rechazo que iba perdiendo su valor. El segundo, por otro lado, le confirmó que esto podía mejorar varios números, derivando a lo que es hoy UnoPorCuatro”.
“A través del apoyo y conocimiento adquirido en el diplomado, logramos desarrollar el concepto de mobiliario de diseño circular, donde tomamos las materias primas de rechazo de nuestro aserradero para adaptarlas y mejorarlas. Así elaboramos productos de diseño innovador y estéticamente bonitos, con la característica de que son 100 % de madera reciclada. La incorporamos en un modelo de economía circular donde no solamente alargamos la vida útil de madera de rechazo, sino que agregamos valor a los productos”, dice.
Sobre sus inicios, “primero nos dedicamos a entregar los muebles a personas cercanas que nos permitieran tener un feedback completo. Después, cuando ya vimos que los productos gustaban y que la gente también optaba por la economía circular, empezamos un proceso de producción artesanal a baja escala con foco en entregar muy buena calidad”.
“UnoPorCuatro nace por la necesidad de ver qué podíamos hacer con nuestras materias primas en desuso. Es decir, con toda la madera de rechazo que teníamos y perdía su valor, tanto desde el uso como desde lo comercial, para aumentar su vida útil y poder utilizarla de la mejor forma posible. No de ir directamente a la biomasa”, indica.
–¿Por qué el proyecto lleva ese nombre?
–Cuando fuimos a ver nuestros galpones, la mayor cantidad de madera que teníamos era 1×4 y nuestra pregunta inicial fue: “¿Y qué hacemos con todos estos 1×4?”. Además, en realidad, es una medida emblemática y conocida en el rubro maderero.
–El proyecto consiste en la fabricación de muebles con madera de rechazo pero, ¿qué es este tipo de madera?
–Es madera que no da para los estándares de calidad de exportación o del mercado nacional, porque el largo útil no es el adecuado o porque la madera tiene manchas o imperfecciones, por nombrar algunos ejemplos. Entonces, nosotros tomamos esa madera, la elaboramos y la utilizamos de la mejor forma para poder producir los muebles que diseñamos.
–¿Solamente toman madera de descarte de su taller o también de otros aserraderos?
–Nos hemos dado cuenta que otros aserraderos también tienen los mismos problemas con madera de descarte. Hoy en día, estamos en conversaciones con ellos para poder involucrarlos en el proyecto. Nosotros tenemos un taller en Los Ángeles y a finales de este año probablemente tengamos otro, en otra ciudad del Biobío, con objetivo de ir ampliando la idea de negocio que tenemos. Crear talleres locales que permitan el desarrollo social.
–¿Qué tipo de muebles realizan?
–Fabricamos muebles tipo semi-rústicos hechos de madera de pino radiata, en los cuales utilizamos un 100 % madera de descarte o rechazo de aserradero. No fabricamos con otro tipo de materiales, además de los fijadores y otros artículos de terminaciones.
–¿Cómo puede el cliente saber que el producto es totalmente de madera reciclada?
–Uno de nuestros objetivos es certificar que nuestros productos son 100 % de material reciclado, lo que queremos hacer a través de FSC. Hemos estado evaluando y entendemos que si logramos certificarnos en FSC, vamos a ser una de las primeras fábricas en el mundo donde todos sus productos van a poder estar certificados FSC Recycled, es decir, que todos nuestros productos van a ser 100 % de madera reciclada. Ya hemos tenido avances con FSC y creemos que la vamos a poder conseguir este año.
–Ud. ha comentado que el desarrollo social está involucrado en el proyecto. ¿Qué beneficios trae a la comunidad?
–Un aspecto importante para nuestra empresa, y sobre todo desde UnoPorCuatro”, es el desarrollo social. Estamos insertos en la localidad de Duqueco, un sector semirrural a las afueras de Los Ángeles. Para nosotros es muy importante desarrollar empleo de calidad, empleos que generen conocimiento. Así hoy en día tenemos contratadas a personas del sector que se están especializando y adquiriendo conocimientos. Queremos hacer un desarrollo social, involucrando a más integrantes cuando vayamos siendo más conocidos como proyecto, a través de un modelo sustentable que implique el desarrollo de las comunidades locales.
Hoy los actores principales del proyecto son nuestros trabajadores. Tenemos cuatro personas contratadas como carpinteros, y estamos pensando en aumentar la capacidad productiva, lo que implicaría un aumento en el empleo. También tenemos un área de diseño con una persona encargada netamente en desarrollar nuevos productos a través de tecnología, incorporando sistemas de modelación 3D, simulación numérica, entre otras…
–¿En qué etapa se encuentra el proyecto ahora?
–Actualmente estamos en una etapa precomercial vendiendo a través de redes sociales, principalmente Facebook e Instagram. Comercializando entre 150 y 200 muebles al mes, todavía de forma artesanal, cuidando mucho los detalles y calidad. Sin embargo, ya hemos tenido conversaciones con empresas de retail de importancia en Chile que han manifestado su interés por contar con los productos que tengan las características de los muebles de UnoPorCuatro”. Y queremos eventualmente exportar, ya hemos conversado con traders, pues creemos que tenemos un potencial exportador que puede ser muy interesante.
–¿Cuál es el siguiente paso del proyecto?
–Queremos pasar a una etapa más preindustrial. Compraremos maquinaria y desarrollaremos el proyecto de una forma un poquito más industrializada. Ese es nuestro foco para poder hacer un poco más masivo el negocio, y esa es la siguiente etapa en la que queremos empezar a trabajar ya en el corto plazo.
–¿Qué otros usos tienen con nuevas tecnologías?
–Últimamente, hemos desarrollado nuevas líneas de negocio enfocadas en el secado de la madera, donde hemos comprado tecnología de última generación para incorporar en nuestros procesos. Estamos desarrollando sistemas de gestión y digitalización, ingresando en la industria 4.0 con Big Data y otro tipo de aplicaciones donde creemos que está nuestra principal innovación.
–¿Cuál es la importancia del I+D en quienes trabajan la madera como ustedes?
–De vital importancia, pensando en la industria nacional y sobre todo en las pymes. La visión de la empresa y en particular la mía, es que la investigación y el desarrollo permiten alargar e ir mejorando procesos internos, para adaptarse a los cambios que la industria requiere. Sin llevar el I+D de forma interna, las empresas quedan estancadas y no logran desarrollarse.
Fuente: Madera 21