El titular de Hacienda explicó los factores de crecimiento que se han tomado en cuenta para aclarar el momento económico en el que se encuentra el país. Además, descartó introducir una ley adecuatoria a la reforma tributaria.
«La política empezó a contaminar a la economía», aseguró el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien explicó en Tolerancia Cero los factores de crecimiento que se han tomado en cuenta para aclarar el momento económico en el que se encuentra actualmente el país.
El secretario de Estado se refirió a los tres puntos que, según él, explican la situación económica que ha generado una desconfianza por parte del sector empresarial hacia la reformas que impulsa el gobierno, poniendo énfasis en la reforma tributaria.
«En primer lugar hay un ciclo global de los precios de las materias primas, que hace que el boom que tuvimos hace 10 años se esté dando vuelta, y eso se refleja en sudamérica por ejemplo, todos los países están creciendo mucho más lento. El segundo aspecto tiene que ver con el reflejo de la ‘crispación’ que producen las reformas. Cualquier reforma particular genera dudas de los que participan», detalló Valdés.
«Y en tercer lugar, la confianza muestra de que hubo un deterioro bien importante hacia fines del primer trimestre. Y eso es porque la política empezó a contaminar a la economía. Por eso es tan importante impulsar la agenda de probidad para que la política funcione mejor», aseguró el ministro, quien a su vez valoró que el Partido Socialista «diga que las condiciones económicas y políticas son distintas a las que se preveía inicialmente cuando comenzamos con el proceso».
«Es un ejercicio que siempre hay que hacer. Uno no hace las cosas a una velocidad siempre igual no importa lo que esté pasando, eso no significa claudicar», acotó.
Tras ser consultado por si la falta de inversión en el país se debía a que si la desconfianza del empresariado pasaba por una definición política, el titular de Hacienda señaló que el mundo privado tiene «dudas fantasmas».
«Creo que quien invierte arriesga su plata al final del día, y por lo tanto no está siendo política en esas decisiones, está haciendo un negocio, y lo importante es que haya una estructura alrededor de su decisión que le dé confianza, pero para eso requiere un marco. Nadie tiene aquí derecho de imponerle al resto», dijo el secretario de Estado, añadiendo que «la legitimidad del sistema cuelga al final de la discusión democrática que se hace, y esa legitimidad es clave para ponerse de acuerdo en cosas, para que las leyes sigan en curso, y por lo tanto, uno requiere niveles mínimos de acuerdo».
Frente a la situación del país ante el escenario económico internacional, el ministro puntualizó en que «las cuentas externas de Chile están sanas. Los bancos y las cuentas externas están bien, el Fisco tiene cuentas bastantes sólidas».
«Hemos tenido la suerte de tener un marco de políticas económicas que ha permitido que cambie el precio del peso y haya incentivos, para que cuando se esté terminando este boom minero que tuvimos tantos años se hagan rentables otras actividades que lo pasaron mal estos últimos 10 años», complementó.
Del mismo modo, consultado por la posibilidad de introducir una ley adecuatoria -propuesta por el presidente del Senado, Patricio Walker- para la reforma tributaria, Valdés fue claro en enfatizar que «el aumento de la carga tributaria que se iba a hacer en este gobierno ya se hizo y no va haber más aumentos de impuestos. Lo que tenemos que hacer ahora es implementarla bien y para eso hay equipos técnicos trabajando en eso».
Fuente: La Tercera
