Falta de señalización en cuanto a vías de escape y localización de la red seca, además de ausencia de balcones, fueron algunas de las complicaciones que enfrentaron los voluntarios.
Durante la tarde del martes, un incendio que empezó en el piso 17 de un edificio en Santiago Centro, ubicado en las calles Pedro Lagos con Zenteno, terminó afectando cinco pisos y dejando a siete familias damnificadas, donde la mayoría de los habitantes son familias de inmigrantes latinoamericanos.
A pesar de que el origen del fuego aún se investiga, lo que Bomberos ya tiene claro son las condiciones que facilitaron la propagación del fuego, y que, señalan, son comunes en edificios como este: de gran altura y con numerosos departamento. Los llamados «guetos verticales».
«Lo que complejiza las operaciones, sobre todo, es la cantidad de departamentos y de personas que viven adentro de esos edificios. En este caso, eran cerca de 560 departamentos. Si hacemos el cálculo con cuatro o cinco personas por cada uno, son casi dos mil personas las que tuvimos que evacuar. Se hace todo muy complejo», explicó esta mañana el 3er comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago, Ivo Zuvic, a 24 Horas.
Sumado a ello, uno de los factores principales es la falta de balcones en la construcción del edificio. «Son la principal barrera para que no se propaguen las llamas. Y al no haber balcones, hay poca sombra, por ende las personas ponen cortinas o blackout. Cuando el fuego está saltando hacia arriba, se encuentra inmediatamente con material combustible que vuelve la propagación muy rápida», afirmó.
Malas condiciones y errores de conducta
Para él, existen dificultades generadas por condiciones y otras por conducta. Con respecto a lo primero, Zuvic señaló que tuvieron problemas para ubicar la red seca, fundamental para el abastecimiento de agua. «Aunque funcionaron, no estaban señalizadas», explicó. La red a la que se conectaron inicialmente no era la más adecuada para la localización del fuego.
Lo que tampoco estaba señalizado era el número correspondiente a cada piso en la caja de escaleras. «Es bien difícil, cuando la gente va escapando, ‘achuntarle’ y que salgan en el piso 1. Lo mismo para los Bomberos. Es bien complejo ir con todo nuestro equipamiento, con el peso, con el cansancio que significa y no tener un letrero de cuál es el piso al que necesitamos llegar», agregó Zuvic.
La evacuación del edificio, por la altura a la que se dio el fuego, se concentró en los pisos superiores. «Cuando quisimos llevar a las personas a la azotea, nos encontramos con que la puerta estaba cerrada con llave», relató el 3er comandante, lo que constituye un problema de conducta.
Otro de ellos es el hecho de que los habitantes del edificio mantengan las puertas de las escaleras abiertas, lo que dificulta la presurización de la caja y permite que el humo se propague. «Primero, hace más difícil la autoevacuación y segundo, cuando llegamos a tratar de rescatar gente, la persona a la que llevamos la ingresamos a un ambiente hostil con monóxido de carbono», explicó.
La construcción de estos edificios, señaló Zuvic, se realiza sin injerencia por parte de Bomberos, amparada sólo en las ordenanzas municipales. «Nos preguntan a veces para generar los planes de emergencia, cuando el edificio está totalmente construido (…) Estamos teniendo estos problemas, y sin duda los vamos a seguir teniendo, porque se siguen construyendo torres con complejidades para Bomberos».
Fuente: Emol
