El proyecto es impulsado por el Centro Nacional en Sistemas de Información de Salud (Cens), Universidad de Valparaíso, Serviu y la municipalidad con el fin de proteger la vida de los adultos mayores.
Con viviendas sociales inteligentes se protegerá la vida de los adultos mayores. Así lo ratificó la científica Carla Taramasco, investigadora del Centro Nacional en Sistemas de Información de Salud, quien junto a un equipo integrado por especialistas de la Universidad de Valparaíso, Serviu de la quinta región y el municipio de San Antonio, formalizaron una alianza para desarrollar un proyecto de viviendas sociales inteligentes en la comuna.
La implementación de las casas sociales inteligentes, beneficiará a un grupo de 20 adultos mayores en riesgo social. A cada uno de ellos se les adaptará su casa con sistemas de monitoreo que permiten detectar riesgos sanitarios y problemas de habitabilidad, facilitando la asistencia clínica en casos de necesitarla. Además, les entregarán un collar con un botón de pánico que permite emitir y recibir llamadas.
De acuerdo a lo explicado por los especialistas, la extensión del proyecto contempla la incorporación de tres nuevos sistemas, además de mejoras a las soluciones integradas en la fase piloto: detección de niveles de humedad, temperatura interior y monóxido de carbono, además del botón de pánico. Las soluciones serán instaladas en viviendas que han sido beneficiadas con subsidio por parte de Serviu y beneficiarán a personas que se encuentren en riesgo social. Esto permitirá que dichas edificaciones funcionen como casas sociales inteligentes, enviando la información recolectada por los sensores a una plataforma digital que conectará al usuario con los equipos clínicos de la salud municipal que estarán a cargo de la asistencia y acompañamiento de los adultos mayores.
En el caso de este nuevo proyecto en San Antonio, se destaca como su elemento más innovador el nuevo sistema de detección de caídas, una solución altamente compleja y que requiere de muchas variables para llegar a un producto final que cumpla con los requerimientos técnicos del usuario, sin vulnerar su privacidad. Este proceso de desarrollo contempló, además de las fases de construcción de software y hardware, la aprobación por parte del comité de bioética para su instalación en las casas. Su habilitación supone una mejora de la experiencia llevada a cabo en Limache.
Fuente: Soy Chile
