Hace poco más de una semana que abrió sus puertas al público uno de los museos que aspira a convertirse en todo un símbolo del abrazo cultural entre Oriente y Occidente, el Louvre Abu Dhabi, fruto del acuerdo entre el famosísimo museo parisino, el Gobierno francés y el Ejecutivo de la capital de los Emiratos Árabes Unidos.
Detrás de esta imponente construcción, que cuenta con 64.000 metros cuadrados y una grandiosa cúpula de aluminio y acero inoxidable de 180 metros de diámetro, 36 metros de altura en su punto más alto y aproximadamente 7.500 toneladas de acero, se encuentra la constructora española SanJose. Y además de suponer todo un desafío, esta edificación ejemplifica, sin duda, la fuerte apuesta de la compañía por la construcción sostenible, persiguiendo la realización y el diseño de edificios más respetuosos con el medio ambiente y más eficientes en el uso de recursos. Así, el propio museo Louvre Abu Dhabi, años antes de su inauguración, logró hacerse con el Premio Green Building Award a la excelencia ambiental en los Green Middle East Awards.
Este galardón es consecuencia de un sistema de gestión medioambiental que viene desarrollándose desde hace casi dos décadas y que, como informan desde la compañía, se encuentra «en continua revisión y adaptación a las necesidades y expectativas de la sociedad y sus clientes». De ahí que las principales empresas de Grupo SanJose hayan obtenido el reconocimiento de su compromiso con el medio ambiente mediante la certificación ISO 14001, así como con la eficiencia energética mediante el estándar ISO 50001. «El sistema de gestión medioambiental está basado en unos principios básicos comunes que se particularizan con cada actividad, ubicación y cliente, adecuándose así a la diversificación e internacionalización del negocio», sostienen fuentes de la empresa.
Otro ejemplo de construcción sostenible llevada a cabo por el Grupo es el edificio Lanzadera Universitaria de Centros de Investigación Aplicada (Lucia), que alberga laboratorios y centros de investigación, y se ubicado en el Campus Miguel Delibes de la Universidad de Valladolid. Convertido en una referencia mundial en eficiencia energética y arquitectura sostenible, este inmueble de 7.500 metros cuadrados emite cero emisiones de CO2 y utiliza exclusivamente energías de origen renovable.
Es por ello que dicho edificio ha logrado la máxima puntuación de la certificación Leed Platinum de un edificio de nueva construcción de toda Europa y la segunda de todo el mundo. Este sistema de certificación, gestionado por el United States Green Building, evalúa el comportamiento energético de un edificio atendiendo a criterios de diseño, emplazamiento y eficiencia en el uso y consumo de recursos.
Proyectos de energías renovables
No cabe duda de que la eficiencia energética se encuentra entre los objetivos prioritarios de la constructora, pues desde el año 2004 desarrolla servicios energéticos -tanto en los sectores industrial y terciario como residencial-, que han logrado acumular un ahorro de más de 400 gigavatios hora (GWh). Además, el Grupo también diseña, construye y explota proyectos de energías renovables -eólicos, fotovoltaicos, termosolar, biomasa, biogás, biofuel-.
En materia medioambiental, cabe también destacar, de entre las construcciones llevadas a cabo por el Grupo SanJose, el tramo ferroviario Embalse de Contreras-Villargordo del Cabriel del AVE Madrid-Valencia, ubicado entre los límites de las provincias de Cuenca y Valencia. Como informan desde la compañía, el paraje natural que la construcción atraviesa, las Hoces del Cabriel, requería «una cuidadosa ingeniería y ejecución, principalmente orientada a la perfecta integración de las infraestructuras en el entorno». Finalmente, esta compleja obra recibió, entre otros reconocimientos, el Premio Construmat de Ingeniería Civil y el Premio Internacional Puente de Alcántara en su undécima edición. Este último galardón quiso destacar, precisamente, la belleza del tramo y su integración en el paisaje.
La innovación como eje
Los objetivos estratégicos que definen la política medioambiental del Grupo SanJose pasan por la prevención de la contaminación, la minimización del impacto ambiental de las actividades, obras y servicios que llevan a cabo, y el uso racional de los recursos naturales existentes. Además, la constructora hace una fuerte apuesta por reducir la generación de residuos, favoreciendo así el reciclaje y valorización de los mismos, así como por fomentar la conciencia ecológica de sus trabajadores, los cuales reciben programas de formación que se adecuan de manera continua a los nuevos retos y necesidades que, en materia medioambiental, van surgiendo.
Precisamente, para estar en continuo avance, la empresa constructora dedica gran parte de sus esfuerzos en su actividad de I+D+i, desarrollando, entre otros muchos proyectos, novedades que consigan mejorar la sostenibilidad ambiental en el ámbito de las actividades y servicios desarrollados por la compañía. De esta manera, SanJose sigue contribuyendo a la mejora de la eficiencia energética, las energías renovables, la tecnología ambiental de reciclaje de residuos, la preservación del entorno natural y la restauración paisajística. Como ejemplo, se pueden destacar proyectos como la introducción de nuevas especies autóctonas en los jardines de clima mediterráneo continental; el aprovechamiento de productos de reciclado en obras; el diseño de novedosos sistemas de apantallamiento acústico; el uso de plantas termosolares y fotovoltaicas de mayor eficiencia; y el desarrollo de nuevos sistemas energéticamente eficientes para edificación sostenible.
Todo esto ejemplifica que Grupo SanJose entiende la responsabilidad social como eje sobre el que gira su actividad empresarial. Por ello, como explican desde la propia compañía, «la hace extensible a todos los ámbitos de la empresa, así como a todos los profesionales, desde la alta dirección hasta el último empleado del Grupo, actuando siempre de una forma ética y responsable».
Fuente: El Economista
