La reactivación de grandes proyectos mineros tardará algún tiempo.
Si bien el clima mejoró para algunas constructoras que trabajan en la minería, debido al aumento del precio del cobre -que ayer cerró en US$ 3,2 la libra, su mayor nivel desde el 26 de agosto de 2014-, el efecto de este escenario no se refleja aún en el desempeño de la construcción y tampoco se prevé que genere impacto en el corto plazo.
Así lo comentaron en la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), gremio que ayer informó que el Índice Mensual de Actividad de la Construcción (Imacon) disminuyó 4,1% anual en agosto, cifra que, pese a ser negativa, muestra una ligera moderación en las caídas consecutivas que experimenta el sector desde hace exactamente doce meses.
El presidente de la CChC, Sergio Torretti, señaló que «un año con cifras negativas en la construcción es un claro reflejo de que la pérdida de consensos respecto de las bases para seguir creciendo como país nos ha afectado profundamente. No solo a los constructores, sino a todos, porque la construcción de menos proyectos de inversión es menos productividad, menos empleo, menos oportunidades y menos confianza en el futuro».
Añadió que «por eso ahora se deben volver a construir grandes acuerdos en pro del desarrollo, donde la alianza público-privada es central».
El gerente de Estudios del gremio, Javier Hurtado, señaló que «este resultado es coherente con el efecto de menores bases de comparación y con expectativas menos pesimistas por parte de los empresarios de la construcción, respecto de lo observado hasta agosto del año pasado».
Lo anterior, explicó Hurtado, se refleja en la menor actividad que se ha observado en el ámbito de la infraestructura productiva privada, donde se encuentran iniciativas en los ámbitos de la energía, minería, industria, comercio y edificios de oficina.
El segmento de la infraestructura pública y privada representa cerca del 70% de la inversión en construcción, y solo el ámbito privado es el 50%. De ahí surge el impacto de que esa área esté débil.
El gerente de Estudios de la CChC indicó que en el rubro de la energía, los desarrolladores no tienen los mismos incentivos de antes en materia de precios, ya que los valores han bajado producto del superávit de energía en el país.
Hurtado no prevé que el aumento del precio del cobre genere un efecto positivo en el desempeño de la actividad de la construcción en el corto plazo.
Explicó que grandes proyectos mineros nuevos no están comenzando, ya que si estaban durmiendo desde hace algún tiempo, antes de ponerse en marcha nuevamente, deben actualizar sus ingenierías y los estudios de impacto. «Por mucho que el precio del cobre se recupere, eso demora un tiempo», indicó.
SECTOR RETROCEDERÍA HASTA 1% ESTE AÑO
Las estimaciones de la CChC para este año apuntan a que el sector termine el ejercicio con un retroceso de entre 0% y 1%. «Podría ser una caída de 0,4% o 0,5%», acotó Hurtado.
Al revisar los componentes del Imacon, la mayor baja se registra en el ítem «despacho de materiales», que cedió 7,9% anual en agosto, debido a una menor provisión de hormigón y cemento respecto de 2016.
El indicador «venta de proveedores» descendió 5,9% anual en el octavo mes, mientras que el «empleo sectorial» exhibió una merma de 5,6% en idéntico período. La CChC señaló que el empleo dependiente bajó 6,9% y los ocupados por cuenta propia se contrajeron 4,2%.
El único ítem que subió fue el de permisos de edificación, que ascendió un fuerte 21,5%, alentado tanto por el mercado habitacional como no habitacional.
Fuente: El Mercurio
