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HCC, tecnología para reparar presas sin necesidad de desembalsar

agosto 9th, 2017 | by admin
HCC, tecnología para reparar presas sin necesidad de desembalsar
Tecnología
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La ingeniería madrileña ha introducido un novedoso método para arreglar centrales hidroeléctricas sin que estas deban parar la producción, manteniendo el suministro.

La presa argentina de Piedra del Águila llevaba 20 años con fisuras de hasta 135 metros de longitud. No se podía desembalsar para arreglarla porque sus turbinas generan el 10% de la energía del país y ello habría supuesto restricciones en Buenos Aires durante más de un año.

Tras adjudicarse la operación en un concurso internacional, Hidráulica Construcción y Conservación (HCC) aplicó su novedosa tecnología para llevar a cabo la reparación entre 2010 y 2012 mientras la presa seguía funcionando normalmente.

Esta tecnología es la que ha permitido a la firma, con sede en Madrid, ser solicitada por gestores de grandes infraestructuras de todo el mundo y abrir delegaciones en países como Irán, Argentina, Chile u Honduras.

 HCC nació en 1994 ante la necesidad de reparar presas sin desembalsar y, por lo tanto, sin que ello afectara a su explotación, recuerda Alberto Gonzalo Carracedo, ingeniero de caminos y director general de la empresa. Posteriormente, extendió su negocio también a los parques eólicos.

En los últimos años su facturación ha oscilado anualmente entre cinco y siete millones de euros y cuenta con una plantilla media de 60 trabajadores. Dispone de un equipo técnico altamente especializado y de formación permanente para toda la plantilla. “Nuestro personal está plenamente capacitado, incluso para los trabajos más delicados, como los que se realizan en altura”, destaca.

Como casi siempre sucede en el comienzo de pequeños proyectos, sobraba ilusión y faltaban medios. “Pero rápidamente las empresas y confederaciones hidroeléctricas españolas apreciaron las ventajas de nuestra tecnología y seis años después ya facturábamos varios millones de euros al año”, apunta Gonzalo.

 

Apoyos

La ayuda del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) fue fundamental para llevar a cabo las investigaciones de Gonzalo relacionadas con un nuevo material polimérico, que aumentase la eficacia del sellado y fuera económicamente más accesible que las resinas epoxi utilizadas hasta ese momento.

“Desarrollamos una nueva técnica que ha mejorado cualitativamente los procesos de reparación que se utilizan en todo el mundo. Además, hemos logrado una nueva metodología de inyección del material polimérico a las presas afectadas que es altamente efectiva”, señala. Todo ello ha permitido a la compañía convertirse en líder mundial en esta tecnología. “Por el momento, no tenemos competencia en el mercado internacional”, asegura.

HCC invierte el 10% de su facturación en I+D+i y cuenta con el apoyo del CDTI, con el que lleva ejecutados tres proyectos de un presupuesto cercano al millón de euros cada uno, y tiene un cuarto en proceso. “Hemos conseguido formular más de 40 materiales distintos, así como diseñar maquinaria de perforación e inyección absolutamente novedosa”, dice.

Además, HCC ha extendido sus actuaciones desde las presas a la industria, los puertos y, desde hace 10 años, a la cimentación de turbinas eólicas, que en muchos países están sufriendo severos problemas de agrietamiento.

La carrera de HCC ha sido meteórica. Seis años después de su creación, en 2000, inició una fuerte expansión, dándose a conocer entre la práctica totalidad de los titulares de presas. En 2007 llevó a cabo las primeras reparaciones de aerogeneradores en nuestro país.

Alberto Gonzalo
                                           Alberto Gonzalo, director general de HCC.

En 2010 arrancó su expansión internacional en Argentina y, tres ejercicios más tarde, impulsó su presencia más allá de nuestras fronteras abriendo delegaciones en Irán, Honduras y Chile.

Entre las grandes infraestructuras internacionales a las que la compañía española ha aportado su tecnología destaca la presa de Karun 4, en Irán. “Para poder reparar la importantísima fisura que la afectaba estaba previsto realizar un vaciado del caudal, lo que hubiera supuesto dejar de turbinar y, por lo tanto, tirar más de 12 millones de dólares”, recuerda.

Sin embargo, “la aplicación de nuestra tecnología permitió realizar la reparación sin necesidad de desperdiciar ni una sola gota de agua”, resalta.

Prueba del prestigio alcanzado es que entre 2010 y 2017 los responsables de HCC han sido invitados en numerosas ocasiones a dar conferencias sobre sus actividades en Estados Unidos, Canadá, Italia, Alemania, Suecia, Indonesia y Corea. Hace escasas semanas explicaron sus actuaciones en las sedes del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial en Washington.

La innovación tecnológica es fundamental en el trabajo de la compañía, asegura su director general. “Cuando una estructura se fisura es necesario volver a pegar lo que se ha roto. Y, en el caso de una presa, el problema se complica porque puede haber filtraciones importantes”, explica. “La esencia de nuestra tecnología es hacer taladros hasta intersecar la zona fisurada e inyectar algo parecido a un pegamento, en estado líquido, capaz de endurecer tras un corto tiempo, sellando las filtraciones y recomponiendo la estructura dañada. La resina, una vez endurecida, alcanza propiedades mecánicas muy superiores a las del hormigón original”, refiere.

Nuevo desarrollo

En estos momentos, HCC se encuentra inmersa en un nuevo desarrollo tecnológico, a instancias del Banco Mundial, que, según sus responsables, puede suponer “una revolución en la solución del mayor problema que afecta en la actualidad a la práctica totalidad de las presas del mundo: la sedimentación”.

En este apartado, Gonzalo muestra su confianza en que “el apoyo de la Dirección General del Agua y del CDTI contribuirá en un futuro próximo al éxito del proyecto”.

Sin duda, potenciará todavía más el reconocimiento internacional de esta compañía que apuesta por la seguridad, la calidad y el medio ambiente en su trabajo diario y que destaca cada año por su baja o nula siniestralidad laboral. Unos mimbres imprescindibles con los que la empresa española continuará reparando grandes infraestructuras en todo el mundo.

 

 

 

Fuente: Cinco Días

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