Japón está construyendo la supercomputadora más poderosa del mundo. Para derrocar del primer lugar a la computadora china Sunway TaihuLight 2016, el equipo japonés, AI Bridging Cloud Infrastructure (ABCI), correrá a velocidad de 130 petaFLOPS por segundo, 37 más que su predecesor chino. En abril 2018, Japón espera convertirse en la principal plataforma de investigación de inteligencia artificial y fungir como el mayor simulador de fenómenos naturales.
Japón cerró la subasta de espacio a empresas privadas en diciembre del año pasado. Con el propósito de recuperar terreno en los avances tecnológicos a nivel mundial, el país invirtió para permitir que sus investigadores desarrollen más tecnologías relacionadas con IA, deep learning, coches autónomos, energía renovable y robótica.
El ministerio de economía, comercio e industria de Japón creó un contrato con SGI Japan, Ltd, la empresa de tecnología, Tokyo Tech y NVIDIA para invertir $173 millones de dólares en su construcción: ACBI está instalada en 1,000 m2 en la Universidad de Tokyo, Campus Kashiwa.
En un comunicado de prensa, Ian Buck, vicepresidente y director general de NVIDIA, dijo “La inteligencia artificial se está convirtiendo en una aplicación clave para la supercomputación”. Estas tecnologías dependen una de la otra, ya que los avances en cada área son indispensables para impulsar su evolución.
Big data también juega un papel fundamental, pues es el nivel de procesamiento necesario para avanzar en la IA. Los robots que imitan los pensamientos del cerebro humano trabajarán con big data cada día para encontrar patrones de comportamiento y razonamiento. Los científicos que investigan el funcionamiento del cerebro pueden utilizar la IA para descubrir datos sobre el enigma que significa este órgano.
Supercomputación a favor de la humanidad
A pesar de que es el ser humano quien crea las computadoras, el esfuerzo constante para innovar se traduce en aplicaciones de la tecnología que facilitan su evolución. Una de las aplicaciones de las supercomputadoras es que pueden responder preguntas sobre el origen de la vida, sobre el cerebro humano y sobre los desastres naturales que amenazan a la raza humana, entre otras.
Por ejemplo, científicos del Centro de Computación avanzada de Texas (TACC) en la Universidad de Texas en Austin utilizaron una supercomputadora para simular la formación de la primera galaxia.
El Colegio Politécnico Federal de Lausanne en Suiza logró simular el funcionamiento de 10,000 neuronas de un pedazo de cerebro de rata. El proyecto llamado “Blue Brain” planea crear el modelo de un cerebro humano completo.
En cuanto a desastres naturales, investigadores ahora utilizan un modelo 3D del planeta para predecir cómo viajarán las olas de futuros terremotos y qué lugares afectarán más gravemente.
De acuerdo con Satoshi Sekiguchi, director general del Instituto Nacional de Ciencias y Tecnologías Industriales Avanzadas de Japón, una computadora personal tardaría 3,000 años en realizar el número de operaciones que ABCI realiza en un solo día. El diseño universal y la casi inmensurable capacidad de la nueva supercomputadora servirán para proyectar la construcción de motores aeronáuticos, diseño de medicinas y de sistemas de alerta de tsunamis con una precisión nunca antes vista.
Fuente: Net Media
