Luego de dos años y medio del anuncio, la iniciativa ha sumado postergaciones al interior de la empresa. Mientras, la Línea 1 se acerca a su capacidad máxima de diseño y dobla la densidad óptima.
Han pasado casi dos años y medio desde que el Gobierno anunció que comenzarían los estudios para la construcción de la Línea 7 de Metro, gestión que estaría a cargo del directorio de la compañía y que utilizaría el mecanismo de concesiones.
Pero el proyecto parece más una intención que una propuesta formal y sólo ha reaparecido como un anuncio de precandidatos presidenciales.
El proyecto sigue oficialmente «en estudio» y los plazos para ponerlo en marcha han sido postergados al menos tres veces por el presidente de Metro, Rodrigo Azócar.
El último, que vence al término de este semestre, lo dio el 24 de octubre pasado, en el encuentro latinoamericano de metros (Alamys) que se realizó en Santiago: «Es un proyecto que esperamos que la Presidenta lo anuncie el primer semestre del próximo año (2017)».
Sin embargo, altas fuentes del Ministerio de Transportes señalan que los análisis concluyeron y que la palabra final la tiene Hacienda. «Ahí es donde está trabado todo, porque no hay recursos para llevarlo a cabo. Transportes cumplió con entregar su parte, pero mientras Hacienda no apruebe, no hay anuncio», señalan.
«El Mercurio» intentó conocer la opinión de la ministra Paola Tapia, pero desde la Secretaría de Estado explicaron que se encontraba fuera del país. Por escrito, la cartera respondió que «conectar y unir» a los chilenos es «parte de los compromisos asumidos por el Gobierno. Por esta razón, comenzamos a trabajar en diferentes proyectos en todo el país, los cuales requieren de estudios que se encuentran en desarrollo, como nuevas líneas de Metro».
Alto flujo de pasajeros en Línea 1
La incertidumbre que rodea a la Línea 7 se da en momentos en que la 1, a la que tenía que aliviar, sigue aumentando sus flujos. Según un informe al que accedió «El Mercurio», hay estaciones, como Los Héroes, que en la hora punta mañana superan los 45.970 pasajeros por hora, lo que la acerca a su capacidad de diseño de 50 mil. Lo mismo ocurre con Estación Central (39.150 pasajeros por hora).
En total, en sólo un año laboral, la Línea 1 pasó de 610 mil pasajeros por hora en un día laboral (2015), a 617 mil el año pasado. Con todo, el Metro de Santiago sobrepasó -según un estudio Fondecyt, dado a conocer en 2016- un promedio de seis pasajeros por metro cuadrado, el doble de lo recomendado internacionalmente.
El especialista en transportes de la U. Diego Portales y ex director de Metro, Louis de Grange, opina que la Línea 7 «es el proyecto de infraestructura más urgente para Santiago, porque permite aumentar la capacidad de toda la red, la frecuencia de las líneas 2, 4 y 5, y genera mejor resiliencia del sistema frente a interrupciones del servicio».
Atraso de obras en regiones
No es lo único que está en compás de espera. Junto con el anuncio de la Línea 7, la Mandataria detalló un paquete de obras en transporte público por US$ 4.200 millones.
Entre ellas se enumeraban teleféricos para Antofagasta, Iquique y Valparaíso; los trenes de cercanía desde Santiago a Melipilla y Batuco; un proyecto de transporte masivo en Concepción, y dos trenes entre Temuco y Loncoche, y entre Puerto Montt y Llanquihue.
El único que ha registrado avances es la prolongación de las líneas 2 a El Bosque y San Bernardo, y de la 3 a Quilicura. El resto está en estudios de prefactibilidad o perfil.
Fuente: Emol
