Una serie de entregas de dinero realizaron los accionistas de Fernández Wood a la inmobiliaria para evitar su quiebra. Entre septiembre de 2015 y noviembre del año pasado aportaron más de $26.000 millones, además de retrotraer dividendos.
Más de un año duraron los esfuerzos realizados por los socios de Fernández Wood para reflotar la compañía. En septiembre de 2015 fue la primera vez que los accionistas de la inmobiliaria -ligada a Vicente Aresti y a la familia de Juan Eduardo Errázuriz- se metieron la mano al bolsillo para ayudar a subsanar los problemas financieros por los que pasaba la empresa. Sin embargo, esta colaboración no dio frutos, ya que el martes pasado -a un año y medio del primer aporte- la matriz FW Corp SPA solicitó al 26 Juzgado Civil de Santiago su liquidación voluntaria de activos, luego de sumar deudas por más de $15.000 millones.
Previo a llegar a esto, se sucedieron más de seis aportes por parte de los accionistas, los cuales cada vez fueron más abultados.
Tras generarse problemas en los pagos a los proveedores, y luego de reiteradas propuestas de aumento de capital de los socios al directorio, en septiembre de 2015 se concretó el primer aporte: un préstamo de los dueños por $2.695 millones, para ser pagado hasta el mes de junio de 2016. La situación, sin embargo, no mejoró. Por el contrario, si la administración anterior había estimado ganancias por $2.305 millones para 2015 y $6.860 millones para 2016, la realidad era una pérdida de $15.000 millones para 2015 -resultados negativos también en 2014- y un futuro aún peor para el ejercicio posterior.
Así, los accionistas acordaron reversar todos los dividendos que se distribuyeron en 2015. Y en marzo de 2016, se materializaron importantes préstamos de los socios para afrontar las obligaciones, se lee en la solicitud de liquidación.
En abril comenzaron las tratativas con los bancos, cuyo acuerdo de financiamiento estableció la inyección de nuevos aportes directos de los accionistas, respaldados por préstamos bancarios ascendentes a $6.969 millones, y un compromiso de capitalización por $8.700 millones también de parte de los dueños.
La situación continuó agravándose. Entre agosto y octubre de 2016, el difícil escenario de caja requirió que los socios hicieran nuevos préstamos a la compañía por $3.979 millones. Pero no fue suficiente. Entre octubre y noviembre, los dueños debieron hacer otro aporte por $12.800 millones para afrontar los desafíos de caja de corto y largo plazo y así mantener a la empresa en régimen, dice la acción judicial. Por último, en noviembre se concretó la capitalización de préstamos de los accionistas por $9.472 millones.
A fin de año, ya no había nada más qué hacer. Tras intentar reorganizar la compañía, desvincular a los ejecutivos presuntamente involucrados en las irregularidades, no aumentar el endeudamiento, etc., la firma no pudo hacer frente a los compromisos. “En el mes de diciembre de 2016 y, ante la imposibilidad de materializarse nuevos préstamos por parte de los socios (…) se determinó solicitar la quiebra”.
Pugna en Contraloría
“Las obras sociales fueron terminadas gracias a los aportes de capital de los accionistas (…) lo que contrasta con la indolencia del Serviu y la Municipalidad de Estación Central”. Directa fue FW Corp en su solicitud de liquidación. El Estado le quedó debiendo dinero por proyectos de reconstrucción derivados del terremoto. Las deudas del Serviu profundizaron la debilidad financiera de la firma.
Según se lee en la solicitud, a la fecha hay gestiones de cobro pendiente por aproximadamente $4.500 millones en el caso de Villa Portales en Estación Central; $2.500 millones, por viviendas en Talagente y Quinta Normal, y $1.800 millones en el caso de obras en Iquique.
Dado este escenario, Fernández Wood decidió dar un paso más. Hoy existen tres presentaciones realizadas a la Contraloría reclamando parte de esos cobros.
La compañía, de hecho, comenzó en 2015 a reunirse con las autoridades de gobierno justamente para abordar esta problemática y solicitar el pago. Sólo durante el segundo semestre de 2016, representantes de Fernández Wood llegaron dos veces a las oficinas del Seremi Metropolitano de Vivienda, Aldo Ramaciotti, para conversar al respecto. En una primera audiencia, expusieron sobre la situación del proyecto Villa Portales y pidieron los pagos de las partidas pendientes; y la segundo vez -el 11 de noviembre de 2016- concurrieron con la finalidad de analizar el estado de las otras obras de la capital y de Tarapacá. El pago finalmente nunca llegó, y la compañía debió solicitar su liquidación.
Fuente: Pulso
