Expertos afirman que la reutilización de zonas de conservación histórica e infraestructura en desuso es uno de los caminos para generar nuevos polos de crecimiento, comercio y culturales para la ciudad.
Junto con la expansión y la densificación, la reconversión urbana es una de las tres formas en las que puede crecer una ciudad, algo que se hace imperativo en Santiago, que necesita optimizar la generación de infraestructura y el reaprovechamiento de la existente para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Para que se genere la potencialidad de reconversión de un barrio tiene que haberse desarrollado un proceso de obsolescencia de las actividades que allí ocurrían, como es el caso de antiguos barrios industriales o de vivienda, para aprovechar la infraestructura existente. Este proceso también se puede dar con la degradación infraestructural, la que es demolida para dar paso a una nueva.
Los barrios con mayor potencial de reconversión son aquellos que están bien ubicados dentro de la ciudad, y son accesibles. Uno de los casos más emblemáticos de reconversión es el ocurrido en el Barrio Universitario de Santiago (BUS), lugar donde surgió tempranamente el interés de numerosas universidades que buscaban sedes para instalarse. Esta instancia fue aprovechada por el Municipio de Santiago para desarrollar un plan en conjunto, que comprometía a la alcaldía con el mejoramiento del espacio público, mientras que las universidades atraían actividades, cultura y población.
“En barrios antiguos, como los de Santiago, la reconversión de las edificaciones es un imperativo. Reinventarse es la principal forma de preservar el patrimonio y los usos que pueden buscarse son muy diversos y deben siempre incluir la vivienda para preservar el carácter mixto de los barrios”, explica a PULSO la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá.
Desde la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) aseguran que la reconversión es una de las formas más eficientes de mejorar el acceso de las personas a servicios, vivienda y trabajo, y aseguran que el barrio República y Lastarria son algunos ejemplos de conservación arquitectónica generando un nuevo destino.
“El suelo es siempre lo más escaso en una ciudad en crecimiento como Santiago. Por eso, la reconversión es una de las mejores alternativas para aprovechar el territorio que está abandonado y sin condiciones”, comenta Pablo Álvarez, gerente de Vivienda y Urbanismo de la CChC.
Un sector que según los expertos tiene un amplio potencial de reconversión es el ubicado entre Av. Matta y Franklin. Según Luis Eduardo Bresciani, presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, “el sector es muy accesible y con una buena infraestructura de transporte y obviamente con una calidad de barrio que hoy no existe en otras zonas de Santiago”, dice.
Tohá, por su parte, destaca la potencialidad de reconversión de otros sectores del núcleo urbano de Santiago. “Hay procesos interesantes en Franklin, Huemul, Matta Sur, Yungay, Esmeralda y Santa Isabel alrededor de la iglesia de Los Sacramentinos. Sin embargo, en todos estos barrios estamos buscando que se produzca una reconversión con las personas del lugar y no contra ellas. En Santiago valoramos mucho que los barrios sean mixtos socialmente y en sus usos, y nos parece que esa condición debe profundizarse en cualquier proceso de revitalización”, asegura la alcaldesa.
Otro de los sectores con potencial de reconversión es La Chimba, frente al Mercado Central de Santiago, porque presenta características históricas y comerciales que se podrían aprovechar para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. “El Mercado Central de Santiago es uno de los mejor catalogados en el mundo y por consiguiente es un generador de actividad económica, turismo y visitantes”, comenta Genaro Cuadros, director del Laboratorio Ciudad y Territorio de la Universidad Diego Portales.
Fuente: Pulso
